Pensé que era una posesión común (Novela) – Capitulo 1

La magnífica melodía del órgano de tubos se extendía como si dibujara círculos concéntricos.

A ambos lados de Virgin Road, los invitados vestidos con elegantes túnicas llenaban los asientos y todo el salón estaba lleno de solemne dignidad.

En términos de formalidad, era perfecto, acorde con la boda de un duque.

Sin embargo, no había alegría ni bullicio como en una ceremonia de bodas, en ninguna parte.

Creo que un funeral sería más apropiado.

Era realmente.

Tanto los invitados del novio como los invitados de la novia tenían expresiones sombrías.

Algunas muecas se notaban entre la multitud. No importa lo incómodos que estén, ‘¿seré yo el único?’.

Ahora tengo que caminar por el medio de esta sala de ceremonias congelada y pararme junto al hombre que me matará.

“Ahora, sacerdote, Edith Rigelhoff, por favor entre”.

El sacerdote, que pudo haber venido a oficiar una ceremonia de boda o asistir a una misa fúnebre, ordenó mi posición con voz sombría.

Ayer practiqué todo el día y lo simulé en mi cabeza, pero no pude evitar sentirme nervioso.

Pateé el dobladillo de mi vestido con la punta del pie y caminé lentamente hacia adelante, tal como practicaba duro para evitar una caída accidental.

Pero el dobladillo de mi vestido de novia no fue un problema.

El pecho… No, sé que mis senos son grandes y hermosos, pero mis senos están demasiado expuestos.

Al probarme por primera vez hoy  pensé que faltaba algo que cubría mi pecho.

‘No importa cuán voluptuoso sea un vestido, ¿no es un vestido como este bueno para el día de la boda?’.

Como si no fuera el único que pensaba eso, las miradas que me miraban claramente contenían emociones negativas.

Aversión, desprecio, desprecio o lujuria.

Caminé al lado de mi esposo, el hombre que me cortaría la garganta, cortando el aire pesado, sin sentir migajas de favor.

Por supuesto, ni siquiera me miró. Para él, probablemente me sentí como una maldición o un castigo impuesto sobre él.

‘Vaya, no me caí de todos modos. Etapa uno despejada’.

Me incliné levemente ante el franco sacerdote y dejé escapar un pequeño suspiro de alivio.

El sacerdote asintió con indiferencia y comenzó a recitar una oración de bendición.

“Todo el mundo te alaba, Creador Hershan. Bendice a estos dos hermosos marido y mujer que hoy formarán una feliz y cálida familia en los brazos del Creador…”.

Mmm… No creo que alguna vez pueda construir un futuro feliz o cálido con este hombre.

En esta situación en la que sabía que un hombre que me odiaba me cortaría la garganta, era extremadamente incierto si sería capaz de obtener un ‘feliz o cálido’ o ‘futuro’.

Pero por mi parte, no había forma de negar o evitar esta situación de antemano.

Cuando abrí los ojos, estaba poseyendo a una nueva novia que se iba a casar en una semana.

No sé cuán loco fue el proceso.

* * *

La desgracia no viene sola.

Ese día fue así.

Si solo hubiera atacado uno por uno, las cosas que habrían sido apropiadamente golpeadas, evitadas o calmadas, todas se precipitaron hacia mí a la vez.

“¡Suna! ¡Te dije que no hicieras esto!”.

“¿Sí? Este es Young-eun senior…”.

“Lo siento, jefe. Suna todavía no es buena para trabajar con Excel. Lo arreglaré de nuevo”.

Ahn Young-eun, que solía hacer todo tipo de cosas con las personas mayores solo porque llegó un año antes, me culpó de sus errores.

El gerente Park, que había impreso la desordenada tabla de Excel y la había agitado, me fastidió durante mucho tiempo mientras me miraba con severidad y luego regresó.

Miré a Young-eun con una expresión absurda, pero ella ni siquiera me miró y se sentó como si estuviera cansada.

“Ahn Young-eun, ¿cuánto tiempo vivirá así ese zorro?”.

“¿No soy yo?”.

“Puaj… He estado maldiciendo desde la mañana, eso te animara”.

El motivo para unirme a la empresa me consoló vía messenger, pero no me dio mucha fuerza.

Puede ser porque la vi ir a comprar café con Young-eun del brazo al final del almuerzo.

Me sentí mal, pero esto era común, así que pensé que era mala suerte y seguí adelante.

Era viernes y tenía una cita con mi novio después del trabajo.

Lo hice, pero cuando llegó la hora del trabajo, recibí un mensaje de mi novio para cancelar la cita.

[Bebé~ Yo, debo hacer horas extras hoy, confirmé que trabajaría el fin de semanaㅠㅗㅠ Lo siento. Te veo la proxima semana. Te compraré algo delicioso ♡]

Dejando a un lado el hecho de que no pude verlo todo el fin de semana, me molestó saber que mi novio, que últimamente trabajaba horas extra constantemente, también tenía que trabajar los fines de semana.

Es una pena irme a casa, incluso si no hubiera pasado por el XX Mall, que era nuestro lugar de reunión hoy, e incluso si no hubiera visto a mi novio caminando de la mano con otra mujer, podría haber terminado con tanta preocupación…

Miré fijamente sus espaldas alejándose, y fue solo después de que desaparecieron por completo que saqué mi teléfono celular y envié un mensaje de texto.

[Dices que trabajas horas extras, ¿Entonces la mujer con la que sales es tu jefe del trabajo? Los dos parecían estar trabajando muy duro. Entierra tus huesos en el fondo de tu recto. No me contacte en el futuro.]

Curiosamente, incluso cuando vi a mi novio engañándome con mis propios ojos, no sentí que me temblaban las manos o que estaba a punto de llorar. De hecho, ni siquiera estaba enojada.

Debe haber estado anticipando subconscientemente esta ruptura.

‘Porque él era demasiado para mí…’.

Era un hombre sincero que creció en una familia acomodada y trabajaba para una empresa bastante grande. Era simpático, guapo, moderadamente alto, amistoso y culto.

A diferencia de mí, que lucha por no mostrar su falta de dinero y que no se descubra que es de una familia pobre, él era el tipo de hombre que podía sentirse relajado incluso en los hábitos de vida más pequeños.

Si bien estaba agradecido de que un hombre así me tratara con amabilidad e incluso pretendiera morir por mis palabras, no podía evitar el pensamiento de ‘¿cuánto durará esto?’.

Y ese ‘cuándo’ fue sólo hoy.

‘El dinero es escaso. Este fin de semana voy a pagar el rofan que puse en mi carrito y lo veo’.

Pensar así me hizo sentir un poco mejor.

Era un placer leer novelas de fantasía romántica antes de acostarme, pero si no tenía suficiente dinero para mis gastos, tenía que esperar y leer un episodio al día gratis.

Lo hice, pero cuando pensé que podría pagar los pocos libros en el carrito ahorrando dinero para reunirme con un hombre sin nutrición, mis pasos en el camino de regreso se hicieron más ligeros en un instante.

Fue por el malentendido que las cosas malas de hoy terminaron ahí.

“¿Qué estás haciendo ahora? ¡Date prisa, niña!”.

“¿oh? ¿hermano?”.

Mi hermano mayor me esperaba en la puerta de mi estudio junto a las empinadas escaleras de una casa multifamiliar destartalada.

Incluso antes de que me acercara, el olor a alcohol flotó y mi cuerpo se puso rígido.

“Oye, dame todo el dinero que tengas”.

“¿Qué? ¿Dónde está mi dinero?”

“¡Tienes una tarjeta! ¡Consigue un adelanto en efectivo y dámelo! Me llamarán pronto y se lo enviaré”.

“Hermano, apostando de nuevo… !”.

“¡Oh, mierda, habla mucho! ¿Quién es la que está viva hasta ahora, pero me está regañando?”.

Mi hermano gritó de repente y mis oídos se ensordecieron, pero estaba más preocupada por si había alguien al lado o si estaba escuchando.

‘Me comeré esa excusa salvavidas hasta que muera, ¿verdad?’.

Mi hermano siempre exigió dinero con confianza con el pretexto de hacerme un trasplante de médula ósea hace trece años cuando sufría de leucemia.

No sé cuántas veces pensé que hubiera sido más fácil si me hubiera muerto sin recibir un trasplante de médula ósea.

Más aún hoy.

Tiendo a olvidar las cosas malas rápidamente, pero ahora estoy harto de esta situación repetitiva.

“… No. ¿Sabes cuánto dinero me pidió prestado tu hermano? ¡Dígales que lo devuelvan y lo tomen prestado!”.

“¿qué? ¡Maldita perra!”.

Pensé que mis ojos de loco brillaban, pero mi hermano me dio una bofetada en la mejilla.

Las luces destellaron frente a mis ojos y mis oídos se ensordecieron, pero más que eso, me sentí como si estuviera flotando en el aire.

‘Ah, había escaleras detrás de mí, de verdad…’.

En el momento en que lo pensé, sentí una gran conmoción y dolor poco después. Fue como si me golpeara la cabeza con algo al final de un ruidoso descenso por las escaleras.

Ese fue mi último recuerdo como Soo-na Choi, una mujer de unos veinte años que era humilde en Corea.

* * *

Se sentía como dormir por un rato.

La conciencia se recuperó gradualmente y me di cuenta de que no estaba muerta.

Abrí los ojos preguntándome si era un hospital, y vi un paisaje que nunca podría ser un hospital.

‘La habitación de la princesa…?’.

Era una habitación similar al Palacio de Versalles que vi en Internet.

Además, no había dolor en mi cuerpo que debería haber estado roto o al menos gravemente magullado. No, incluso sentí que estaba mucho más enérgico que de costumbre.

‘¿qué? ¿Cuánto tiempo me he desmayado?’.

Mientras me desplomaba y me levantaba de la cama, mi cabello castaño rojizo, lo suficientemente rico como para sentir su peso, caía desde mis hombros.

Después de sufrir leucemia, mi cabello se aclaró, por lo que nunca me he teñido el cabello.

Me quedé estupefacta con mi cabello fino en la mano cuando alguien llamó a la puerta.

“Esta es Sophia, mi señora”.

“… ¿Sophia?”.

“Entraré”.

Entonces se abrió la puerta y entró una mujer joven con aspecto algo asustado, que llevaba una palangana de cobre sobre una especie de bandeja.

La ropa que vestía era como la ropa de sirvienta que suelen usar los cosplayers. No, eso no podría haber sido un traje de sirvienta.

 

 

 

 

 

Corrección: Sumi