—Después de todo, Seria es una mala persona…
Sentada en la sala de descanso del salón de banquetes, Lina secó sus ojos húmedos con las manos. Cada vez que lo hacía, sus ojos se nublaban. De hecho, Lina no ha dormido bien los últimos días.
La razón no fue otra que…
—¿Viste lo de antes? Estoy hablando de la Santa.
La mano de Lina se detuvo de repente.
Estaba sentada en la silla más cercana a la entrada de la sala de descanso, por lo que escuchó una voz de afuera por un momento. Lina puso su oreja directamente contra la pared.
—¿Cómo puede llamar ‘ladrona’ a la Gran Duquesa?
—Después de todo, en realidad ella es la ladrona.
—Debe haber olvidado el escándalo de la aventura que sacudió a todo el mundo social.
—¿Viste como la atmósfera se volvió rara antes?
La mano de Lina se enfrió. Ella saltó y luego se abrió la puerta de la sala. Los jóvenes nobles que hablaban al pasar la notaron. Tan pronto como vieron a Lina, su tez se puso azul.
—¡San-Santa…!
Lina no gritó ni se enojó. Solo los miró como lo hizo Seria antes. Serena e inexpresiva, como si estuviera recordando sus rostros.
Los jóvenes nobles se disculparon una y otra vez y dieron un paso atrás. Lina cerró la puerta de golpe, regresó y se dejó caer en su silla.
Tienen amigos, por lo que forman un grupo y hablan entre bastidores. Tienen raíces, una familia y personas de las que depender. Así que no hay nada aterrador para ellos.
Ni siquiera son un par de extras.
Sus nombres no aparecieron ni una sola vez.
Sin embargo, Lina rió, lloró y sufrió por esos ‘extras’. ¿No cambió la duquesa Howard la música tan pronto como sollozó?
Lina tembló y se arremangó suavemente el dobladillo de su vestido suelto con las manos. La parte posterior de sus pies expuestos estaban envueltos con vendas.
Abrazó su estómago como es habitual. Durante esos pocos días, Lina reflexionó lentamente sobre el impactante recuerdo que la hizo incapaz de dormir.
—… Yo era la protagonista.
***
Hace apenas unos días.
Después de que todas las Stern se fueran, Lina ya no quiso quedarse en el Gran Templo. Es porque era como una Stern falsa que solo se miraba a sí misma.
Con la condición de que un sacerdote de alto rango siempre acompañara a Lina, pudo ir a la Mansión Haneton de la capital Imperial. En el medio, Kalis tuvo que correr hacia la finca Haneton.
Lina negó con la cabeza ante la sugerencia del sacerdote de alto rango de que sería mejor ir juntos.
—No soy buena montando. Entonces, ¿no llegaría Kalis demasiado tarde a la finca?
Kalis pidió varias veces que se quedará en la mansión y luego se fue.
A Lina le gustó la Mansión Haneton. En particular, la habitación de la marquesa donde se hospedaba era aún más bonita porque tenía las mismas decoraciones de oro puro que la insignia de Stern, pero no pasó mucho tiempo antes de que se enterara.
El hecho de que esta bonita habitación había sido preparada para Seria.
Lina pidió cambiar de habitación con expresión amarga, luego se sentó en la cama y abrazó su estómago.
Fue pura coincidencia escuchar la historia del “Jardín de casia plateada”.
—… ¿Eso también es para Seria?
La sirvienta del marqués Haneton tenía una expresión preocupada en su rostro. Lina se levantó de un salto.
—Guíame. Quiero verlo.
Al menos en esta mansión de Haneton, no había nadie que pudiera detener a la Santa.
El jardín era hermoso. Un lugar lleno de ramas de un blanco plateado brillante. No importa dónde mire, no hay gente, es solo un jardín tranquilo y pacífico.
Allí, Lina conoció a Eols, quien estaba a cargo del Jardín. Dijo que era de una raza de espíritus mixtos y realmente tenía una atmósfera misteriosa como un elfo. Y se conmovió mucho con el hecho de que en realidad estaba viendo a Lina, una Santa y Stern.
Lina también se sintió a gusto. Porque no había ninguna razón para alejarse de alguien que realmente la apreciaba tanto.
Sin embargo….
Cuanto más miraba a Eols, más molesta se sentía. Al poco tiempo, Lina logró adivinar la causa de este mal humor. Lina extendió su mano y trató de cubrir la parte inferior de la cara de Eols.
“¿Seria …?”
Los ojos de Lina temblaron. Los ojos de Eols eran de un azul profundo. A primera vista, le recordó a los ojos de Seria ….
Lina tuvo una expresión de decepción en su rostro. Eols rápidamente se puso triste.
—Tú también eres un sustituto de Seria. Tú y Seria tenéis el mismo color de ojos, así que Kalis la trajo aquí a propósito.
—No, Santa. El marqués ni siquiera conocía mi rostro. Vine aquí por pura coincidencia.
Ante las palabras que intentaron tranquilizarla, se enfadó aún más.
—¿Te atreves a mentirle a la Santa?
Eols se retiró asustada, pero cuando vio esos ojos azules, no pudo evitarlo. ¿Cómo puede no enojarse ….?
Si fuera la persona ingenua que solía ser, habrías creído las mentiras de Eols. Sin embargo, estaba la historia de Kalis, de que criaría a su hijo concebido por poder divino simplemente porque podría haber sido mezclado con el poder divino de Seria.
Kalis.
En sus ojos.
Cuando se trataba de Seria, no podía entrar en razón.
Kalis es su único amigo y familia.
Si pierde a Kalis por Seria, ¿qué le quedará realmente? ¿Por qué Seria tiene tanto ….?
—Santa, no llore. Santa. Me equivoqué…
Eols no sabía qué hacer. En el momento en que Lina sacudió la mano que seguía tratando de secar sus ojos.
La rama plateada de casia, que Eols había sacado para comprobar su estado de crecimiento, cayó a los pies de Lina.
Casualmente en el momento en que se agachó.
—¡…..!
De sus pies salió un humo negro. Al mismo tiempo, la escena en la llanura de Tshugan que de alguna manera había sido olvidada golpeó su cabeza con fuerza.
La cosa negra que fluyó a su cuerpo. Lo que Seria se sorprendió al ver. El hecho de que se escapó…
“¿Por qué olvidó eso?”
No pudo seguir pensando. Fue porque Eols la miró y comenzó a temblar. Le recordó a Seria en la llanura de Tshugan, por lo que Lina se asustó y se desmayó.
Y Lina tuvo un sueño. Fue un sueño muy extraño.
Seria estaba sentada sola y leyendo un libro.
Pero por un tiempo. Seria dejó el libro y se alejó, y Lina fue allí para recoger el libro y leerlo.
Los ojos de Lina se agrandaron.
“¿Qué es este libro?”
—¡Aack!
—¡Santa! ¡Despertó!
—¡Doctor! ¡Doctor!
Lina sudó profusamente mientras leía el contenido del libro. Cada palabra quedó en su memoria, como un libro leído cuidadosamente.
En el mundo del libro, Lina era el personaje principal. Y el hombre con el que estaba relacionada era el Archiduque Lesche Berg.
Lina estuvo enferma durante varios días a partir de ese día. Todavía no podía creerlo cuando despertó. ¿Todas esas personas que la llaman con ansiedad Santa son personajes del libro?
Pero su cabeza estaba llena de la idea de ver a Seria. Sintiendo que estaba soñando, se dirigió a la mansión del Duque Howard con la idea de que podría estar loca.
Allí, Lina lo sintió claramente.
El archiduque Lesche Berg, con quien temía incluso hacer contacto visual, no dudó en ser sarcástico. Estaba claro. Ese hombre realmente la odiaba.
Como los nobles del Imperio no renunciaron a su lado, no mostraron bien sus gustos o disgustos. Pero ese Archiduque parecía estar en un nivel completamente diferente.
¿Un hombre así se enamoraría de mí?
Es realmente absurdo …
…Y Seria.
—Heuk….
Lina se cubrió la cara con las manos y sollozó. Seria fue demasiado fría. Aunque no estaban en el Gran Templo, no era necesario que la tratará tan fríamente fuera, donde había tanta gente.
Kalis tampoco estaba con ella.
No, más bien, ¿La ignoró más porque Kalis no estaba allí?
O esa…. es solo la personalidad original de Seria.
Una villana. La villana que intentó asesinarla en el libro.
—… Seria podría matarme.
Esa es la realidad.
Lina y Seria. Desde el principio no podían ser amigas.
Porque este es el mundo de un libro.
Seria era una hermosa mujer malvada, y ella era una tonta que solo pensó en acercarse a ella sin saber nada.
… Ese comportamiento tonto ya pasó.
Lina se levantó de su asiento y se dirigió al salón de banquetes. Cuando ella, que pensaron nunca volvería, apareció de nuevo, pudo ver a los nobles intercambiando miradas de sorpresa.
—……
Lina tomó una copa de champán. Caminó hacia el joven noble, que era el más cercano entre los que había visto antes en el pasillo de la sala común. Los ojos del noble se llenaron de vergüenza.
—… ¿Santa?
Lina vertió champán en el rostro del joven.
—¡Kyaaack!
—¡Santa!
En un instante, los alrededores se volvieron ruidosos. Sin embargo, Lina solo miró directamente a los ojos sorprendidos del joven. El joven vaciló.
—No vayas por ahí hablando de la Santa. Esta es la única vez que lo dejaré pasar.
Lina no quería morir a manos de los villanos. Nunca más volverá a tener miedo de ganarse su favor.
—Solo obtendría tinta si te pinchara….
Era agotador vivir con gente así.
Una copa de champán vacía rodó por la alfombra. Lina se volvió con lágrimas en los ojos.
***
—¿Bibi?
Esa tarde.
Abigail se cortó la punta del dedo con una daga y luego levantó la cabeza. Seria la miraba con cara de asombro.
Un momento después, se acercó y agarró su muñeca. Paf, la daga cayó al suelo.
—¿Qué estás haciendo? ¡También estoy molesta con Linon porque tiene las muñecas destrozadas!
—El asistente principal estaba tranquilo afuera, pero ¿por qué comenzó a gritar cuando llegó a la mansión, señorita?
Seria se rió entre dientes. Abigail miró fijamente las gotas rojas de sangre que se formaron en las yemas de sus dedos.
—¿Por qué estás haciendo esto, Bibi?
—Me preguntaba si realmente saldría tinta si me pincharan.
—… ¿qué?
Hace un tiempo
En el salón de banquetes del duque Howard, Abigail vigilaba a Lina. Originalmente, debería haber estado observando a Kalis, pero no se encontraba allí.
—Solo obtendría tinta si te pinchara….
Abigail escuchó atentamente mientras la Santa murmuraba. Sin embargo, como era una Santa, pensó que ella estaba profetizando algo. Entonces se preguntó. Si la tinta comienza a salir del cuerpo de una persona en lugar de sangre, la forma en que maneja la espada cambiaría.
Entonces, después de regresar a la mansión, lo intentó.
—… ¿tinta?
No sabía que la expresión de su señorita se volvería tan dura.
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