“No lo permitiré, Laure”.
Calix salió de la mansión Ecree, dejando esas palabras.
No, no fueron sólo palabras las que dejó. También dejó un beso largo e intenso, como marcando su territorio. Hasta el punto de marearme.
Cuando empecé a sentirme asfixiada por el abrasador beso, intenté apartar a Calix, pero él aplicó más presión sujetando mis muñecas e incluso intensificó el abrazo. Sin embargo, sus besos eran suaves y nada duros.
Atrapada en sus brazos, me sentía tan triste que no paraba de llorar.
Como si estuviera engatusando a un pequeño animal, me acarició suavemente los ojos y las mejillas, mientras Calix me susurraba una y otra vez «Te quiero. Laure».
No te dejaré ir.
“Haaaa”.
Gemí en la cama, dándome la vuelta y golpeando la almohada.
Dije: “Anulemos el compromiso, no quiero casarme contigo”, pero Calix ni siquiera me escuchó ligeramente. Más bien, me miró con una mirada atrayente.
Mostrando una obsesión aterradora, como si estuviera a punto de encerrarme en algún lugar en lo alto de una alta torre.
Ese Calix Rochester está obsesionado con nada menos que yo, Laure Ecree… Debe ser un sueño. Mi cerebro debe estar dañado.
“¿Esto es real…?”.
Me siento muy incómodo. Si seguimos así, acabaremos casándonos. No, realmente no puede pasar…
Está bien que un prometido cambie de opinión. Pero el divorcio… Estoy destinada a divorciarme. ¡Esto es demasiado!
¿El Dios de este mundo, Phoenix, realmente me odia?
Si no, no me habría dejado seguir los pasos de “La Villana Laure Ecree”.
Una vez, para cambiar un resultado predeterminado, he intentado hacer esto y aquello. Pero al final todo fue inútil. Un acontecimiento importante de la historia original seguía ocurriendo de alguna manera.
Estoy seguro de que también es el mismo caso esta vez. Estoy tratando de evitar a Calix, por eso se produjo este tipo de desarrollo colosal.
Es como si el destino me dijera: ‘estás destinada a convertirte en la mujer malvada que se enamoró de él, a la larga lo odiará y acabará muriendo quemada…’.
¿Qué debo hacer realmente? No quiero ser la villana que se divorció de mi marido de la noche a la mañana. Es aún más desalentador saber que al final seré ejecutada.
“Como era de esperar, ¿es huir por la noche la única solución?”.
Estaba empezando a pensar seriamente en huir cuando oí que llamaban a la puerta.
“Señorita. Le he traído algo de comer”.
Es una criada que me ha traído algo de merienda por la noche. Me senté con la espalda recta y dije: “Pase”.
Esta noche, no tenía apetito y no pude cenar junto a padre. Pero si no comía nada, mi padre se preocuparía, así que le dije que comería un bocadillo nocturno más tarde.
Aunque no sé si la comida me entrará por la garganta… Haaa. Suspiré.
“Hemos preparado unos bocadillos que le gustan a la señora. Su estómago está vacío así que se ha preparado algo ligero. Espero que sea de su gusto”.
La criada dejó la bandeja cubierta sobre la mesa y dijo, haciendo una reverencia. Yo respondí secamente con una inclinación de cabeza.
“Sí, gracias. Te llamaré más tarde. Puede irse”.
“Sí, señorita”.
Después de que la criada se fuera, me levanté y me dirigí a la mesa. Cuando me senté en la silla y quité la tapa, estaba compuesta por mis alimentos favoritos.
Pepino emparedado en pan con queso crema, algo de carne al vapor con salsa de frambuesa, tul de calabaza dulce y panqueques, pudín de vainilla, ¡y un té caliente!
Después de poner un poco de miel y leche, tomé un sorbo de mi té favorito. Haaa. Me siento mucho mejor. Supongo que estaba hambrienta. Como era de esperar, por culpa de ese estúpido de Calix, mi mente se siente muy inquieta.
De todos modos, la gente tiene que comer bien para vivir. Tomé otro sorbo del té y cogí un sándwich de pepino, y lo devoré.
¡Vaya, está delicioso! ¡Nuestro chef es realmente el mejor! Cogí el tenedor y el cuchillo mientras pensaba en el chef con admiración. De hecho, se me antoja un poco de carne al vapor con salsa de frambuesa, ¡menos mal que estaba incluida!
Corté un pequeño trozo de carne al vapor y me lo llevé a la boca. Después de masticar durante mucho tiempo, la carne tenía un sabor extraño.
“…?”.
¿Qué es? ¿Está podrida? Fruncí el ceño y escupí la carne en una servilleta… al momento siguiente, sentí una repentina sensación de náuseas.
“…¡Urk!”.
Rápidamente corrí al baño, tomé el inodoro y vomité. La comida que acababa de comer se derramó.
Huff, huff. Me agarro a la pared y recojo el aliento. Mientras intentaba dirigirme al lavabo para lavarme, mi cabeza se abrió y mi visión se oscureció.
Con las dos palmas de las manos sobre las frías baldosas del baño y el pelo despeinado, estaba sumida en un shock inexpugnable.
¿No me digas…?
No, ¡no puede ser!
Eso es ridículo. Sólo fue una noche.
“¿Tal vez es sólo un malestar estomacal?”.
Pero es tan repentino. Y no he estado estresada últimamente.
“…”
En primer lugar, estos síntomas extraños surgieron de repente, es imposible pasarlo por alto e ignorarlo. Por si acaso, necesitaba comprobar mi estado con precisión.
Me levanté tambaleándome y me dirigí al lavabo. Me enjuagué la boca con agua y, en cuanto salí de la habitación, llamé a la criada para que limpiara los restos de comida.
La criada se dio cuenta de mi palidez y parecía muy preocupada, pero aun así aceptó mi petición de no decírselo a nadie ni a mi padre.
Cuando la criada salió de la habitación, fui a ver a Alice, la doctora personal del marqués de Ecree.
No podía contarle este asunto a mi padre primero. No sé qué pasaría si me descubriera. Si realmente estoy embarazada, estoy segura de que mi padre se indignará.
Primero, recemos para que no sea nada. Espero no estar embarazada. No tiene sentido que esté embarazada de Calix. No lo estoy, ¿verdad? Es sólo porque no me siento bien. Sí, claro.
Al detenerme frente a la puerta de Alice, respiré profundamente y luego llamé ligeramente a la puerta.
“¿Quién es?”.
Una voz que sonaba extraña provenía del interior de la habitación. Me acerqué a la puerta y susurré,
“Soy yo. Laure”.
“¿Señorita Laure? ¿Qué preocupación tiene para venir a buscarme a estas horas de la noche?”.
A pesar de preguntar con suspicacia, Alice abrió la puerta.
Temiendo que alguien me viera, me colé en cuanto se abrió la puerta. Al observar mi comportamiento excesivamente cauteloso, Alice se quedó primero boquiabierta y luego se rió.
“No es así”.
Tartamudeé avergonzada.
Cuando era joven, siempre buscaba a Alice cuando tenía pesadillas. Al crecer, ya no tenía pesadillas, pero… Recordando mi infancia, me acurruqué en la cama de Alice.
Al notar algo inusual en mí, el rostro de Alice se ensombreció. Sentada cuidadosamente a mi lado, me preguntó,
“Laure, ¿tienes algún problema?”.
“…Alice, yo”.
“Sí. Puedes decírmelo”.
“E-Eso… creo que sí”.
“¿Sí?”
“Yo, yo, ¡creo que estoy embarazada!”
En cuanto solté esas palabras, un escalofrío se quedó en el aire durante un breve momento.
El shock se extendió gradualmente por el rostro de Alice. Me miró con ojos incrédulos.
“Mi señora, no me diga… ¿usted y el Gran Duque Rochester?”
“…”
Asentí en silencio ante la pregunta de Alice. Asombrada, Alice se quedó con la boca abierta por un momento y luego me agarró por los hombros.
“¡Señorita! ¿¡Incluso antes de su boda!?”.
“¡Bueno, eso es lo que pasó! De alguna manera!”.
“¡No es algo que pueda ocurrir de alguna manera! ¿Lo sabía el marqués?”.
Alice me presionó. Dudé en responder.
“Yo. No se lo dije a mi padre. Alice. Hoy he tenido por primera vez náuseas matutinas. Y también es posible que simplemente no me sienta bien… Aunque últimamente me he cuidado mucho…”.
“…”
Para resumir mis palabras, fue como si dijera: “Puede que no esté embarazada, así que por favor, hazme algunas pruebas”.
Alice reconoció fácilmente mi intención y negó con la cabeza. Un pesado suspiro salió de su boca.
“No son náuseas matutinas, también es probable que sea algún trastorno estomacal causado por el estrés. Aunque esté embarazada, es demasiado pronto para empezar a tener náuseas matutinas. Sé que es diferente de una persona a otra, pero… por favor, hagamos alguna prueba primero. Debemos estar seguros con este tipo de situaciones graves”.
Después de eso, se ha llevado a cabo un examen exhaustivo. El primero fue la lectura del pulso. Después de eso, todo tipo de métodos de inspección utilizados en el Imperio. Y por último…
“Esta es una herramienta mágica. Fue lanzado recientemente, y puede ser considerado el probador más preciso. ¿Ves esta piedra de maná?”.
“Sí”.
“Si mi dama deja caer su sangre y se vuelve roja, hay un 99% de posibilidades… de que mi dama esté embarazada.”
“…”
Gulp… tragué nerviosamente. Alice dejó caer un grano de mi sangre, recogido de antemano, sobre la piedra de maná con una expresión sombría en su rostro.
1 segundo, 2 segundos, 3 segundos… El tiempo pasó como una eternidad.
Decenas de miles de pensamientos se agolpan en mi cabeza mientras espero los resultados. ¿Y si realmente estoy embarazada? ¿Y si realmente tengo un hijo de Calix? El mero hecho de pensarlo me dejaba en la oscuridad.
Estaba destinado a conocer a Thea y a enamorarse apasionadamente de ella en apenas un mes. ¿Qué pasaría si lo encadenara con un hijo?
Y si tuviera un hijo y me divorciara, entonces yo, creo que realmente podría estar ridículamente resentida con Calix y Thea.
Como en la historia original, podría convertirme realmente en la villana, Laure Ecree…
Rumiando el peor de los escenarios, podría perder mi vida con un hijo no nacido, o moriría, dejando al niño solo en el mundo.
‘No puedo dejar que eso ocurra’.
Agarré el dobladillo de mi falda con las manos. Cómo es que siguen surgiendo series de acontecimientos que ni siquiera estaban en la historia original, aunque no estoy muy segura de si el protagonista masculino, Calix, se ha vuelto de alguna manera discordante…
Si realmente estoy embarazada, entonces ya no era sólo yo. Porque mi hijo y yo nos hemos convertido en una unión hecha a través del destino.
Miré la piedra de maná con ojos ansiosos. Era divertido y triste a la vez que el color de esa piedra de maná determinara mi destino en el futuro.
Todo lo que me costó sobrevivir desde el principio me pareció inútil.
Por otra parte, me arrepentí de no haber usado la anticoncepción adecuadamente… Ni siquiera había imaginado que esto ocurriría.
No sabía que me quedaría embarazada tan repentinamente. Esto ni siquiera sucedió en la historia original…
“Haaa”.
Mientras suspiraba y cerraba los ojos, sentí que Alice se estremecía.
Abrí los ojos de par en par en un instante. Mi corazón latía con fuerza. Los resultados debían salir por fin.
Pero no pude verlo porque estaba cubierto por la mano de Alice. La llamé con urgencia.
“¿Alice?”.
“Señorita Laure…”.
Alice me devolvió la mirada desconcertada. Sólo con ver su expresión, ya tenía mi corazonada.
Cuando bajé lentamente la mirada, la piedra de maná en la mano de Alice apareció.
Roja.
La piedra de maná, que originalmente era de color azul, estaba teñida de rojo.
“Yo, creo que estás embarazada…”
“…”
Fue confirmado por las palabras de Alice.
El resultado es positivo.
Estoy embarazada.
* * *
Esa noche, tuve una pesadilla. El sueño era tan vívido como si alguien estuviera disparando desde un lado con un proyector. Era el sueño que siempre había soñado desde que era un niño.
La única diferencia es que yo sostenía con fuerza la tierna manita de un niño con un rostro irreconocible.
En mi sueño, no podía ver la cara de “mi niño”. Pero sabía con certeza que la niña era mi hija. Y es que esa niña me llamaba ‘mamá’ con una voz suave.
Mamá.
Um, mamá está aquí.
Mamá, por favor mamá. No te vayas. No me dejes.
La niña trató de alcanzarme. Pero alguien la abrazó por detrás.
Luego me arrastraron con los brazos encadenados por soldados que llevaban armaduras de hierro.
A través de mi pelo revuelto, puedo ver a los dos de pie juntos.
Calix y Thea.
Los dos llevaban un anillo de bodas.
Traducción: X.R.
Corrección: Sumi
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