Al final, no tuve más remedio que dejarme al cuidado de Calix.
‘Ugh, es muy embarazoso. Aunque vayamos a casarnos, ¿no puedes bañar a una persona así como así?’.
“Nuestra Laure es realmente como un pequeño cachorro”.
‘Aah… Me veo como un cachorro para ti. ¡¿Es por eso que me has bañado, vestido y alimentado?!’.
‘Yo también tengo una mano. Mira, ni siquiera es una pata, es una mano. ¿Callix?’.
“Ah… ya estamos aquí”.
Mientras le miraba fijamente, Calix se asomó a la ventana y murmuró con pesar. Antes de que nos diéramos cuenta, ya habíamos llegado a nuestra casa, el Ecree Marquis.
Calix salió primero del carruaje y me ayudó a bajar de él.
Me abrazó mientras me levantaba de la puerta del carruaje, lo que casi hizo que los sirvientes se murieran de vergüenza. ‘Tú, eres demasiado descarado, ¿no? Sabes que hay muchos ojos mirando’.
“Entonces ten cuidado en tu camino a casa, Calix”.
“Espera, Laure”.
Me despedí de él y estaba a punto de darme la vuelta, cuando Calix me agarró la mano.
¿Qué pasa? Cuando levanté la vista, dudosa, me tocó la mejilla con sus dedos.
“¿Hm?”.
“¿No te olvidas de algo?”.
“¿Qué…?”.
“La forma correcta de despedirse entre amantes”.
“…..?”.
‘¿Qué clase de despedida? Pero si ya me he despedido, ¿no?’ Incliné la cabeza y parpadeé.
Calix sonrió ligeramente. ‘No sonrías así de repente. Se me va a caer el corazón’.
“N-No…”.
¡Afuera no! Estaba a punto de decir eso pero el resto de mis palabras se atascaron en mi garganta.
En un abrir y cerrar de ojos, los labios de Calix se superpusieron a los míos y presionó con tanta fuerza que creí que se me iban a caer los labios.
Miré a Calix con cara de asco. Calix se rió y luego sonrió. Era una sonrisa impresionantemente atractiva.
“Espero que te despidas de mí así a partir de ahora”.
“Yo, ¿perdón?”.
Avergonzada por su descaro, no pude refutar y me limité a cerrar la boca.
Calix me levantó suavemente mientras me abrazaba, y luego me acompañó a la entrada principal.
“Entonces asegúrate de descansar bien hoy. Laure”.
Calix me besó en la frente. Luego, me miró con ojos cálidos que parecían dar a entender que yo era muy encantadora y adorable. No pude soportarlo y mi cara se calentó.
Como si huyera, entré en la casa y me apoyé en la puerta cerrada mientras respiraba profundamente. Mi corazón latía erráticamente, haciendo que mi respiración se volviera agitada.
En mi mente, podía ver el apuesto rostro de Calix, su cabello dorado y sus ojos azules que parecían el cielo de otoño. Incluso podía oler un sutil aroma de él.
‘Haa, Calix. Eres realmente un protagonista masculino diabólico de esa novela’. Suspiré con fuerza.
11 años de intentar no enamorarse de Calix. Ese largo esfuerzo no debería ser en vano, como una burbuja que desaparece en la nada.
A partir de ahora, debería poner límites y mantenerme alejada de él. Sólo así podré sobrevivir.
‘Si te enamoras así de Calix, podrías convertirte en una verdadera villana, como la Laure original’.
Sonreí con tristeza para mis adentros. Calix es un hombre muy atractivo, pero la persona que debía estar a su lado en el futuro no era yo.
‘Por eso no me queda más remedio que expurgar mis sentimientos poco a poco’.
Me decidí.
***
Habían pasado unas tres semanas desde que pasé la noche con Calix. Desde entonces, había hecho todo lo posible por evitarlo.
Recientemente, llegó una carta suya que decía: “Laure, te echo de menos. Me gustaría encontrarme contigo. ¿Te encuentras bien?”.
Me limité a rechazar su petición, diciendo que quería descansar tranquilamente.
Desde entonces, todo seguía igual. De alguna manera, Calix deseaba reunirse conmigo, pero yo rechazaba su petición cada vez. Sin embargo, me enviaba flores todos los días; ni una sola vez se cansaba, ni dejaba de enviar sus regalos diarios.
Ahora mi habitación estaba llena de flores y estaba a punto de asfixiarme por la fragancia. Si no hubiera sido Calix quien enviara las flores, las habría tirado todas.
En efecto, todavía debo tener sentimientos persistentes hacia él. Dado que ni siquiera puedo tirar esas estúpidas flores que me sigue enviando’.
“Señorita Laure. Acabamos de recibir más flores y cartas. Fueron enviadas por el Gran Duque de Rochester…”.
“¿Otra vez?”.
Me asusté y pregunté. ¿Cuántas veces había pasado ya esto? Recordando la cantidad de veces que me ha enviado regalos, sólo por hoy, ésta era ya la quinta vez.
“Supongo que Calix pretende matarme enterrándome en una abundancia de flores”.
“¿Es una especie de represalia por no permitirle la visita? Me entregaron las flores y el aroma llegó a mi nariz. El olor de las flores frescas me hizo sentir mejor.
“Dame la carta”.
“Sí”.
Yo también acepté la carta, la abrí y la leí. Las elegantes letras de la caligrafía de Calix parecían algo soñadoras y vagas.
‘Es crucial para mí dejar de lado mis sentimientos por él, pero mi corazón siempre me duele cada vez que recuerdo los recuerdos que he hecho con él.’
‘Pero no hay nada que pueda hacer. Ya es hora de que nos separemos. Nunca estuvimos destinados a estar juntos’.
[Laure, ¿Cómo estás? ¿Estás bien? Cada día, cada minuto, cada segundo, me preocupo por ti. Quiero verte pronto. Esperaré tu respuesta. Laure.
Te quiero.]
“Ugh”, me agarré el pecho y grité. ‘Calix… ¡Por qué te pones así!’.
‘Que yo recuerde, en el libro original, Calix no era así de interesado y cariñoso con Laure…’.
“¿Quizás había alterado algo al poseer el cuerpo de Laure?”.
‘Sin embargo, incluso entonces, aunque fuera así, las partes más significativas de la trama no habrían cambiado’.
La pareja destinada de Calix, su alma gemela designada por Dios, era ‘Thea’. No era yo.
Yo era el malvado villano que estaba celoso de Thea, la acosaba hasta la muerte, cometía pecados imperdonables y, finalmente, era ejecutado.
Nunca he olvidado ese hecho en los últimos 11 años. Siempre está en el fondo de mi mente cuando me despierto por la mañana, me acuesto por la noche, e incluso en los momentos en que me encuentro con Calix…
“¿Va a responder, señorita?”.
“…”
“No. No voy a responder. Por favor, queme esta carta. Las otras cosas también, todas ellas”.
“…¡¿Sí?!”.
La criada preguntó sorprendida. Mis abruptas instrucciones podrían haber dejado a la criada un poco perpleja.
Pero esto era lo mejor que podía hacer. Si quería romper los lazos con Calix, ésta era la única manera.
Una vez más, enfatizando mis palabras, lo dije claramente.
“Te he dicho que lo quemes todo. Y a partir de ahora, no aceptes ningún regalo del Gran Duque Rochester”.
* * *
“Laure. ¿Qué está pasando contigo estos días? Evitando de repente al Gran Duque Rochester… No es propio de ti.”
“…”
No pude responder inmediatamente a la preocupada pregunta de mi padre, y me limité a seguir mirando la taza de té que tenía delante.
Habían pasado tres semanas y tres días desde que decidí evitar a Calix. Hacía apenas unos días que había empezado a rechazar todas sus cartas, regalos y peticiones para reunirse conmigo.
Sin embargo, Calix seguía escribiendo cartas e incluso venía a mi casa, pero yo conseguía evitarlo por completo.
Se me partía el corazón porque sentía que le estaba haciendo daño, pero para los dos era lo mejor.
‘Si sigo ignorándolo así, estoy segura de que me abandonará. El compromiso se romperá, y en un mes aparecerá la heroína, Thea’.
Cuando llegue ese momento, Calix cambiará completamente sus sentimientos por mí y se concentrará en Thea.
‘Ciertamente, eso va a suceder. El número de días que trabaje después de mí será extremadamente corto, y para entonces, tendrá a Thea a su lado… Sí, estoy seguro de que así será…’.
“Haaa…”.
‘¿Por qué me siento tan acartonada? ¿Estaba más apegada a Calix de lo que pensaba?’.
‘Pero aunque mi corazón esté así, el destino fijado por el autor original no cambiará. Durante toda mi segunda vida, he sentido esa premonición en lo más profundo de mis huesos’.
Por mucho que me esforzara en que no me gustara Calix, o por mucho que me empeñara en hacer oídos sordos a su soledad, el destino seguía entrelazándonos a él y a mí.
Como resultado, nos comprometimos y, no hace mucho, pasamos nuestra primera noche juntos.
En la obra original, Laure Ecree creía que viviría feliz para siempre con Calix. Nunca pensó que él la traicionaría y rompería con ella en el futuro.
Entonces, un día, apareció una mujer, llamada “Thea”.
Thea era una belleza exótica con el pelo y los ojos tan oscuros como el cielo en una noche vacía.
Captó los corazones de la gente con su singular juventud e ingenio, e incluso Calix se enamoró de ella.
Si los sentimientos de Calix por Laure eran sólo en un grado de comodidad y favorabilidad, entonces su afecto por Thea equivalía al amor verdadero. Porque, Thea y Calix eran una pareja destinada por Dios.
Sin embargo, Calix ocultó su enamoramiento de Thea y construyó un muro inexpugnable alrededor de su corazón. Esto se debía a que ya estaba comprometido con Laure.
Tal vez la intención del guionista era desviar las críticas del protagonista masculino, por lo que Calix trató de ser fiel a Laure.
Hasta que el “oráculo” se vino abajo.
[La verdadera compañera de la niña divina, Thea, es Calix Rochester. Sólo cuando estas dos personas se unan, todo el continente se enriquecerá y la paz habitará en la tierra].
Cuando se recibió tal oráculo, todo cambió. El emperador y el consejo de la nobleza obligaron al marqués Ecree a anular el compromiso entre Laure y Calix.
El marqués Ecree estaba preocupado por su afligida hija, pero no tenía otra opción. Porque ésta era la “voluntad de Dios”.
Finalmente, el compromiso se rompió, y Laure se derrumbó por el shock. Y al día siguiente de despertarse, Laure, que visitaba a Calix con frecuencia, lo vio a él y a Thea interactuando amistosamente.
[Parecía realmente enamorado. Ella nunca lo había visto así en toda su vida. Laure Ecree estaba muy confundida. Era natural que tarde o temprano un sentimiento de traición empezara a crecer en su corazón].
Todo estaba descrito con gran detalle en la historia original sobre cómo Laure Ecree, que era una mujer corriente, se convirtió en una villana despiadada. Por eso los lectores votaron a Laure como la ‘villana con razón’.
Yo también sentí pena por ella. Pero no sabía que acabaría convirtiéndose en esa Laure Ecree.
¿Por qué no poseía la protagonista femenina, sino la villana?
‘Uf, incluso en el pasado, nunca he tenido la suerte de ganar loterías. Parece que también es lo mismo cuando se trata de la reencarnación’.
Clic. Dejé la taza de té y miré a mi padre.
Mi padre se puso rígido como si estuviera nervioso al ver mi expresión seria. Los ojos de mi padre estaban llenos de preocupación.
Me sentía muy apenada por mi padre, que siempre se había preocupado por mí, pero mi determinación era firme desde hacía tiempo.
Respiré profundamente y abrí la boca.
“Padre, quiero anular mi compromiso con el duque Rochester”.
Cuando mi padre escuchó mi anuncio, sus ojos se abrieron de par en par y dejó caer la taza de té que sostenía.
Afortunadamente, había una gruesa alfombra que cubría el suelo, así que la taza de té no se hizo añicos.
La criada entró apresuradamente, recogió la taza y limpió la alfombra.
Miré el desorden y luego volví a mirar a mi padre. Mi padre dejó caer las manos sobre las rodillas con una expresión de asombro en el rostro.
Traducción: X.R.
Corrección: Sumi
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