―Bien.
Logan inmediatamente se fue a investigar. Cassis reflexionó sobre lo que Ibelia había dicho antes.
―Pero sabes que ninguno de los dos queremos este compromiso. Además, ya le he pedido al duque que rompa el compromiso…
De hecho, cuando Ibelia pidió la ruptura ayer, Cassis estaba pensando en aceptar romper con ella.
Como ella dijo, ninguno de los dos quería casarse, por lo que no había necesidad de que siguieran comprometidos. Solo necesita obtener la información que desea.
Sin embargo, no sabía qué tipo de plan escondía el conde Banein, así que necesitaba tiempo para investigar, aun no podía darle una respuesta a Ibelia.
Pero ahora estaba confundido. ¿Qué pasará con Ibelia si rompe con ella? Tal vez el conde Banein le estaba haciendo daño. Pero eso no es asunto suyo.
Con eso en mente, Cassis recogió el papeleo. Sin embargo, los pensamientos de Ibelia una y otra vez lo hicieron incapaz de concentrarse en los documentos.
* * *
—Ah…
Ibelia, que estaba saliendo de la mansión, miró hacia atrás ante un pensamiento repentino.
No pudo despedirse de Lu.
Debes haber estado preocupado por romper así antes. Lu puede volver a decepcionarse si descubre que se ha ido sin siquiera despedirse.
Ibelia recordó la cara emocionada de Lu durante la hora del té.
Pensando que la cara feliz se teñiría de preocupación, se sintió mal.
—¿Por qué está así, señorita?
—No es nada.
Sin embargo, negó con la cabeza al mayordomo, quien la miró con recelo y subió al carruaje.
«Pero, todavía hay tiempo.»
Mientras miraba al cielo para medir el tiempo, abrió la ventana y le preguntó al conductor:
—Por favor, ve a la calle Courtney.
El conductor miró hacia atrás con cara de preocupación.
—El maestro me dijo que la llevara a la mansión Banein.
—Tengo trabajo, por favor.
El cochero pareció vacilar por un momento, pero sin preguntar dos veces, hizo girar el carruaje de inmediato. El carruaje partió rápidamente hacia la calle Courtney.
Ibelia miró el paisaje fuera de la ventana que pasaba rápidamente y bajó la cabeza. Los moretones eran más claros que en la mañana.
Entonces recordé lo que había dicho Cassis.
―Todavía no he aceptado la solicitud de ruptura. Así que la señorita sigue siendo mi prometida y creo que tengo derecho a hacer esa pregunta. ¿no es así?
Fue un poco extraño que Cassis no aceptará fácilmente la solicitud de ruptura, pensó porque actuaba así.
Propuso romper el compromiso por el beneficio mutuo, pero desde el punto de vista de Cassis, parecía sospechoso.
Tomará algún tiempo confirmar que no tiene ningún propósito sospechoso.
Pero incluso pensando en su reacción anterior, era extraño.
Cassis, que nunca la había tratado como una prometida, ¿de repente menciona el compromiso?, ¿Incluso usa el compromiso y le hace una pregunta personal?
Era difícil de creer que era la misma persona que estaba enojada cuando la vio junto a Lu.
Solo ha visto a Cassis dos veces, y no sabia mucho sobre él, pero Ibelia no podía evitar sentir una sensación extraña.
«¿Es por el moretón?»
Aun así, era extraño. Era porque no era probable que Cassis reaccionara con sensibilidad ante las heridas de los demás.
No importa cuánto lo pensara, no podía pensar en una razón clara.
En la historia original, Cassis era un extra, no un personaje principal. Cuando comenzó la historia original, ya estaba muerto.
No había mucha información sobre él. Entonces, era natural que Ibelia no pudiera entender las verdaderas intenciones de Cassis.
«No necesito saber la razón, solo deseo que el compromiso se rompa tarde o temprano.»
Mientras Ibelia arreglaba su cabello desordenado, el carruaje corrió y corrió hasta que llegó a la calle Courtney.
—Gracias.
Ibelia se bajó del carruaje y avanzó, siguiendo los recuerdos de la historia original.
Eventualmente, se detuvo frente a una puerta de madera en mal estado que la gente ni siquiera notaría.
Tomando una respiración profunda, abrió la puerta y entró. Una taberna tan destartalada se extiende frente a ella al abrir la puerta.
La pequeña taberna con solo tres mesas no tenía clientes.
—No creo que sea una chica digna de venir a un lugar como este. —murmuró el empleado del bar mientras limpiaba sus lentes. Era un hombre con cabello castaño normal.
Ibelia inmediatamente se sentó frente al empleado. Hasta entonces, el empleado no le prestó mucha atención.
Ibelia golpeó la mesa dos veces con el puño.
—Dame un vaso de Ascenso.
Los ojos del empleado, que estaba callado a pesar de que había llegado un cliente, cambiaron. Dejó el vaso que estaba limpiando e inclinó la parte superior de su cuerpo hacia Ibelia.
—¿Puedes decírmelo otra vez?
Ibelia miró directamente a sus ojos marrones y pronuncio palabra por palabra.
—Dame un vaso de Ascenso, por favor. Agrega limón y hielo.
Ascenso. Era un cóctel popular en el Imperio.
Pero en esta taberna, el significado es diferente. Este era un gremio de información secreta, la contraseña era Siero.
Dar dos golpes en la mesa y pedir una copa de ascenso con limón y hielo significaba que quería conocer al cacique de Siero.
Es de los mejores gremios de inteligencia del Imperio, Siero conocía a muy pocas personas en realidad.
Naturalmente, esta señal tampoco era información que Ibelia, una chica noble, supiera.
¿Pero quién era Ibelia? Ella era una poseedora de fuera del libro.
«En el futuro, Lu usara a Siero.»
Lu no sabía que era un sobrino ilegítimo de Cassis, y no su hijo ilegítimo hasta la edad adulta.
Lu, que se enteró de la verdad solo después de la muerte de Cassis, vino a este gremio de información para encontrar a su padre biológico.
«Después de eso, se hizo muy amigo de Samuel, el jefe de Siero’.»
Sintiéndose traicionado por Cassis, quien lo había engañado, Lu abrió su corazón a Samuel y lo siguió como a un maestro.
Por supuesto, eso fue 13 años después.
Entre los muchos gremios de información, Ibelia eligió a Siero por una razón. Eran excelentes, pero había una razón más importante que esa.
«Un oponente con una mano con la que puedo comerciar.»
Es muy difícil ganarse la confianza del gremio de la información. En particular, los gremios de información confiable no se mueven simplemente con dinero.
Siero también. Intercambian información por información. E Ibelia tenía una mano que podía mover a Samuel, el cacique de Siero.
—¿Sabes lo que eso significa? —susurró el empleado con un tono de voz lleno de interés. Parecía que había un poco de burla en su voz.
—Lo sé.
—Entonces ven acá.
El empleado cerró la puerta de la taberna y condujo a Ibelia a una habitación en el interior. Era una habitación lujosa que no podía compararse con la taberna.
El empleado sentó a Ibelia y pronto trajo un cochecito.
—Me he puesto en contacto con él, así que espere un poco.
El empleado que se acercó a ella, podía oler débilmente la dulce hierba lysera.
Lysera era una hierba medicinal con un efecto calmante. El efecto es bueno, pero el precio era tan alto y solo lo usaban los nobles de alto rango.
Los ojos de Ibelia se entrecerraron mientras miraba al empleado que levantó su cuerpo. Ella lo agarró del brazo cuando estaba a punto de salir de la habitación.
—¿Qué estás haciendo?
—Creo que esperé lo suficiente. —Ibelia sonrió suavemente, y luego dijo con una expresión extraña —Señor Samuel.
El empleado levantó las comisuras de su boca.
—¿Sobre que habla?
Ibelia se encogió de hombros.
«Porque lo leí en la historia original.»
Samuel tenía una hermana menor con una gran diferencia de edad.
Esta hermana menor nació con un cuerpo débil, por lo que siempre ha tenido hierbas Lysera en su habitación a su disposición, estas tienen un efecto calmante.
Ibelia no sabía que él era Samuel hasta que olió las hierbas Lysera. Porque estaba disfrazado a la perfección.
«Originalmente, se decía que tenía cabello plateado y ojos dorados.»
Pero podría estar segura. El hombre frente a las hierbas Lysera era definitivamente Samuel.
Y el olor a lysera era la placa que tenía Ibelia. Así que ella no tuvo que mentir y dijo la verdad.
—Escuché que Samuel, el jefe de Siero, tiene una hermana menor enfermiza. Se dice que su hermana menor siempre quema hierbas lysera, y Sir Samuel también huele a lysera.
—…
—Y ahora hueles a la misma lysera.
—¿Sólo eso?
—¿Solo eso?, ¿Quién puede quemar la hierba lysera, que es difícil de encontrar incluso si se tiene mucho dinero?
El hombre se cruzó de brazos lentamente.
—Continua.
—Además, ese anillo.
Ibelia señaló el anillo que el hombre llevaba en el dedo índice izquierdo.
La gema verdosa parecía una esmeralda a primera vista, pero con una mirada más cercana se podía ver que contenía maná condensado.
—Es un artefacto que cambia la apariencia, ¿verdad?
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