Una ola de risa desenfrenada resonó dentro de la habitación.
Dante también giró la cabeza fingiendo mirar hacia otro lado, pero sus hombros temblaban incontrolablemente.
Ella vio que él estaba desesperadamente conteniendo su risa.
‘¿Qué es tan gracioso?’.
Aria miró sus cartas de nuevo, pero no encontró nada inusual.
El bosque estaba lleno de parásitos reales que podrían amenazar la vida de uno.
“Ella quiere decir que esos idiotas sufrían de parásitos”.
Dijo el Gran Duque, frotándose la barbilla con los dedos.
Las palabras de Aria realmente lo sorprendieron. Ella lo tomó con la guardia baja ya que no estaba listo para reírse tan fuerte.
“Si lo que ella dice es correcto, entonces podemos predecir aproximadamente la situación. Qué divertido”.
El Ducado de Valentine era conocido por sus abundantes recursos naturales. Entre ellos, estaba la Mina Diamante.
‘La mina tiene minerales que se pueden convertir en piedras de maná’.
Aunque se encontraron minas en todo el mundo, la mayoría de los minerales no tenían la misma dureza, veta y brillo que los de la mina Diamante.
Así, el precio de los minerales y minas de la Mina Diamante era muy superior al de otras minas.
El Vizconde Cavendish también trató de obtener los derechos para comerciar con la mina Diamante.
Sin embargo, lamentablemente fracasó y, al ser restringido, el Vizconde tomó represalias descaradamente e intentó extorsionar al Gran Ducado con grandes sumas de dinero.
“El problema es que el Ducado es rico en recursos naturales”.
Los seres vivos que residían en el Gran Ducado también eran fuertes.
Tanto humanos como animales.
‘… Incluso los parásitos’.
Una vez, los vasallos del Vizconde Cavendish encontraron accidentalmente una serpiente peculiar.
Las escamas de la serpiente brillaban como un arco iris con un brillo vívido. Se consideraba una criatura sagrada y sin dudarlo, los vasallos la cocinaron y se la comían en el acto.
Los resultados fueron, por supuesto, desastrosos.
Algunos de ellos quedaron paralizados. Todo su cuerpo se endureció como una piedra y perdieron la vista para siempre.
Al final, todos murieron de una muerte espantosa.
Todas estas fueron palabras pronunciadas por el Vizconde cuando pasaba su tiempo libre dentro del salón del Conde Cortz.
‘Ah, ya veo por qué se rieron’.
Invadieron la tierra de otro hombre sin permiso, comieron animales salvajes sin cuidado, y ahora, estaban luchando entre la vida y la muerte.
Además de eso, incluso pidieron una compensación cuando, de hecho, sus desgracias se debieron todas a sus propios actos negligentes.
Era tan ridículo que solo podías reírte.
“Escuché que los forasteros sufrirán dolores de estómago si no hierven el agua del bosque antes de beberla. Aparentemente, también consideran que todas las criaturas vivientes en esta tierra son monstruos”.
Explicó el Gran Duque mientras miraba a Aria.
“Pero, ¿cómo supiste eso?”.
[Diana dijo que soy débil porque soy de fuera de la frontera. Betty dijo que si como alimentos crudos, me infectaré.]
“Estoy asombrado. ¿Dedujiste esa conclusión después de escuchar que hubo un incendio forestal?”.
El Gran Duque preguntó con admiración.
‘Eso no es…’.
Aria sintió como si la apuñalaran internamente, así que abrazó al lobo con fuerza mientras le lamía las mejillas.
“Dante”.
“Sí, Su Gracia”.
“Dale este mensaje al Vizconde. Pueden deshacerse de los parásitos en su estómago con desparasitantes fabricados por el Gran Ducado. Así que diles que paguen el precio correspondiente por la cura”.
“Entendido”.
“Y tienen que pagar una compensación monetaria por traspasar las Montañas Ingo sin mi permiso. La cantidad es…”.
Golpeó su dedo en el escritorio mientras pensaba.
Parecía estar contemplando la cantidad que el Vizconde debería pagar.
Para ayudarlo a tomar una decisión, Aria estiró el brazo y señaló exactamente el dinero que solicitaba el Vizconde Cavendish, escrito al final de los documentos.
‘Un billón de zahr’.
El Gran Duque movió su mirada en dirección a su mano, luego la miró de nuevo.
El Vizconde finalmente cosechó lo que sembró.
“Eres sabia en verdad”.
En ese momento, una sonrisa se elevó en los labios del Gran Duque. Aunque fue una sonrisa diabólica lo que indudablemente hizo que la columna de Aria se estremeciera.
Esto fue lo que sucedió cuando alguien se atrevió a menospreciar al Gran Duque de Valentine.
De hecho, el Gran Duque podría estar imaginando al Vizconde Cavendish arrastrándose bajo sus pies y suplicando clemencia justo en este momento.
‘Él da miedo… al menos… lo habría pensado en el pasado’.
El tren de pensamiento de Aria era diferente al de entonces.
No tuvo piedad de aquellos que violan y pisotean los derechos de otras personas de manera injusta, todo para satisfacer su propia codicia.
“Solo cuando lo hayan experimentado por sí mismos, las personas se darán cuenta de cómo su codicia puede causar un dolor miserable a las víctimas”.
Aria miró al Gran Duque con respeto.
Ella pensó que debería aprender sobre los principios personales del Gran Duque demoníaco en los que promulgó su venganza diez veces más dura de lo que recibió.
Dante, que la observaba mientras estaba de pie junto a él todo el tiempo, finalmente tosió.
Luego susurró al oído de Tristan, con una sonrisa temblorosa.
“Su gracia”.
“¿Qué?”.
“Bueno, por favor cuide de sus expresiones. Parece que la joven señorita todavía tiene miedo”.
‘¿Qué? ¿Cómo llegó a tal malentendido?’.
Aria escuchó a Dante y rápidamente sacó otra tarjeta.
Rápidamente escribió las palabras que quería decir.
[Padre es genial.]
“…”.
“¿Qué está pensando?”.
Dante se preguntó seriamente si algo andaba mal con la niña. En particular, parecía haber perdido su sentido del miedo.
“Ella dice que soy genial”.
Después de leer la tarjeta, el Gran Duque también se la quitó de las manos.
‘¿De nuevo?’.
Aria miró su mano vacía cuando un signo de interrogación apareció en su cabeza.
“Resulta que tengo un talento sorprendente para cuidar a mi hija”.
Dante dejó escapar un suspiro exasperado mientras pensaba mal de su maestro.
Ya sea que su ayudante lo viera con respeto o no, el Gran Duque decidió no importarle y continuó preguntándole a Aria.
“Me has ayudado, así que tendré que pagarte. ¿Hay algo que quieras?”.
Una recompensa.
A decir verdad, Aria tenía un deseo.
Ese deseo era que no la echaran.
‘Porque Lloyd le dijo que se fuera cuando él se haya ido’.
Sin embargo, incluso si ella le pedía que no la desterrara, existía la posibilidad de que no obtuviera ninguna respuesta.
Además, solo sobrevivir y vivir en el palacio no era suficiente. Si no la aceptaban como parte de la familia, entonces Aria no podría involucrarse en nada hasta que llegara el día de la masacre.
Necesitaba acercarse a la Gran Duquesa lo antes posible.
“Sería mejor llevarla a mi lado”.
Su ayuda llevaría a Aria a una oportunidad mayor.
Aria contempló por un momento, luego parpadeó antes de sonreír ampliamente.
[Quiero ver y jugar con mi padre todos los días.]
Mientras levantaba la cabeza hacia arriba, las orejas de conejo también rebotaron.
La escena era preciosa.
Era tan adorable que el corazón de todos se apretó, pero…
Con una mirada seria en su rostro, Dante susurró al oído del Gran Duque.
“Esto lo deja claro. Nunca ha sido cuidada por un adulto decente”.
“Eh. ¿Así que?”.
“Entonces, entre muchos de los otros adultos, no tengo más remedio que confiar en Su Gra—¡Argh!”.
Dante, el ayudante de confianza del Gran Duque que siempre había dicho lo que quería, incluso con una cuchilla en la garganta, finalmente fue castigado hoy mientras rodaba por el suelo.
Aria no tenía idea de qué y cómo fue golpeado por el Gran Duque cuando cayó repentinamente.
Sin embargo, el sonido de sus gemidos parecía doloroso, por lo que lo miró lastimosamente y comenzó a darle palmaditas para consolarlo.
‘Ah, mi señorita. ¡Es un ángel…!’.
Pero antes de que Dante pudiera agradecerle, el Gran Duque agarró a Aria y la levantó.
“No-ah. No lo toques, está sucio”.
Dijo Tristan mientras trataba a su asistente como un germen.
“…”.
“Puedes venir directamente a mí. O… si vienes con mis sabuesos como hoy, podrás encontrarme donde sea que estés”.
Dijo mientras tomaba otra carta del agarre de Aria.
Inesperadamente, el Gran Duque le había permitido volver a visitarlo.
* * *
“Si vienes con mis sabuesos como hoy, podrás encontrarme donde sea que estés”.
Es lo que dijo el Gran Duque. Entonces, Aria montó encima del lobo sin pensarlo mucho.
Sin embargo, Aria estaba mortificada.
Contrariamente a sus expectativas, el lobo corrió hacia el lado opuesto de su oficina.
“Este camino conduce a la cordillera”.
Este era el camino a las montañas Ingo por el que Aria había pasado para llegar al palacio.
Aria caviló sobre si debería detener al lobo o no.
Se preguntó qué estaría haciendo el Gran Duque en las montañas.
“Me dijo que viniera a verlo en persona cuando quisiera, así que no debería estar en un lugar peligroso”.
El lobo finalmente se detuvo frente a una mansión familiar.
La mansión fue construida en el bosque cerca de las fronteras del Gran Ducado. Era el lugar donde el Gran Duque había comprado por primera vez a Aria.
‘Así que este es el lugar donde inspeccionan a los forasteros’.
Había caballeros con armaduras negras que custodiaban la entrada de la mansión.
Eran la Primera Orden de Caballeros llamada Halcones Negros. Eran considerados como soldados de élite de los caballeros de Valentine y sus armaduras estaban grabadas con la insignia de un halcón negro.
‘Todo el mundo en el imperio conocía esa insignia. Si la gente viera a los Halcones Negros en la capital, las calles zumbarían de asombro al verlos’.
Además, debido a la reputación de Valentine, los Halcones Negros también eran conocidos como un símbolo de maldad y siniestro en todo el imperio.
De repente, uno de los caballeros se acercó a Aria.
“Oh, joven señorita…”.
Shh.
Aria sostuvo su dedo índice sobre sus labios, haciéndole un gesto para que se callara.
Luego apoyó la oreja en la puerta y escuchó un sonido desde adentro.
Traducción: Dashy
Corrección: Misu
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