“¿Quieres morir?”.
Por mucho que odiara a los niños, nunca los mataría.
“Señorita, cuando una persona pierde mucha sangre, sabes que muere, ¿verdad?”.
[Sí.]
“Del mismo modo, cuando el núcleo se queda sin energía, el usuario morirá”.
[Sí.]
“Exacto, así que déjate de tonterías”.
Kallin pensó que su explicación era lo bastante amable como para que cualquier niño la entendiera.
Sin embargo, Aria seguía mirándole fijamente a los ojos, sin mostrar ningún signo de miedo incluso después de saber que había riesgo de muerte.
[Pero ése es el único método que puedo usar si quiero utilizar mi energía en poco tiempo, ¿verdad?].
“Así es”.
El método “único”.
Aria tomó una decisión rápida.
No podía hacer otra cosa que apostarlo todo a este chamán por ahora.
[¿Puedes hacerlo?]
“Puedo…”.
Kallin continuó explicando.
“He conocido a numerosas personas que decidieron arriesgarse. Sin embargo…”.
Eran sobre todo luchadores.
Aquellos humanos eran todo músculo y nada de cerebro. Estaban dispuestos a acabar con su vida si eso les servía para hacerse más fuertes.
Kallin pensaba que aquellos artistas marciales eran tontos e ignorantes.
“Si vuestra resistencia supera a la de los humanos y se acerca más a la de las amebas, entonces puede que tengáis éxito”.
Se quedó mirando a Aria.
Parecía creer que tenía una gran tolerancia al dolor.
“¿Conoces el proverbio “conocerse a sí mismo es el principio de toda sabiduría”? Es un proverbio bastante famoso en los templos”.
“…”.
“La energía de la joven señorita es tan débil que incluso yo mismo estoy muy impresionado de verte todavía viva y respirando. Si atravieso tu núcleo, la joven señorita dejará de respirar inmediatamente en cero punto un segundos. Así que olvídalo”.
Le tendió la mano a Aria.
“Te acompañaré fuera”.
Más que consideración, era un esfuerzo por expulsar a Aria lo antes posible.
Aria miró en silencio la mano de Kallin.
Se quedó pensativa un momento. Luego, agarró sus manos.
“¡…!”.
En ese momento, los ojos semicerrados del chamán se abrieron con asombro.
Rápidamente retiró su mano como si acabara de experimentar una descarga eléctrica.
“¿Qué demonios…? Esto no tiene sentido…”.
¿Es posible que los humanos tengan esta enorme cantidad de energía?
En cuanto Kallin tocó la mano de Aria, sintió de repente la esencia que escondía.
Fue sólo un corto período de tiempo, pero la cantidad de poder que tenía era increíble.
“¿Qué demonios eres?”.
Su actitud desairada cambió de repente.
“Me pilló desprevenido su apariencia mansa”.
Al principio, pensó que ella sólo escribía en esas tarjetas porque era infantil o demasiado tímida para hablar.
Pero ahora se daba cuenta de que probablemente tenía otra razón.
Aria le miró.
Luego, separó los labios.
“Sirena”.
Aria llegó a un callejón sin salida, y si no podía esconderse de todo el mundo, tenía que elegir una figura de confianza.
Aria no tenía otra opción. Ella no podía mantener su secreto por mucho tiempo de todos modos. Por lo tanto, optó por revelarlo a una figura confiable.
El chamán.
Él era el único que podía aumentar su potencial.
“¿Has oído hablar de las sirenas?”.
“…Es imposible que no lo sepa”.
Kallin respondió dubitativo, apretando los dientes.
Instintivamente se dio cuenta de que ahora estaba metido en una tarea problemática.
“Maldita sea. ¿Has estado ocultando tus poderes todo este tiempo?”.
No es de extrañar que siga viva.
Él pensaba que apenas tenía energía, pero resulta que estaba ocultando sus poderes.
“Pero, ¿cómo podías saber lo de los núcleos…?”.
Kallin estaba confuso.
Por supuesto, la teoría y la práctica eran completamente diferentes, pero estaban profundamente relacionadas entre sí, así que no podía descartar una de ellas y dominar la otra.
Uno sólo podía ocultar su energía después de recibir suficientes conocimientos al respecto.
“Pero sólo puedo hacerlo porque recuerdo mi vida anterior”.
Pensó Aria.
Podía hacerlo gracias a su memoria implícita. Ya sabía cómo manipular la energía en su vida anterior.
Sin embargo, su cuerpo actual era débil, e incluso su núcleo estaba bloqueado.
La mayoría de sus poderes estaban sellados. ¿Qué fuerza tendría si se liberara?
“¿Qué demonios eres? ¿Cómo es posible? ¡Esto es ridículo!”.
“Conozco los fundamentos de la manipulación de la energía. Pero el problema es que el pasaje por donde corre mi energía está sellado”.
“¿Podía manipular su energía incluso cuando su pasaje nunca fue violado?”.
Ciertamente era posible, pero era ineficiente y abusivo para el cuerpo.
Nunca había visto a nadie que practicara de ese modo.
Kallin se frotó la frente.
“Entonces, ¿cómo pudiste utilizar tu energía sin el pasadizo?”.
“Simplemente lo hice”.
“¿Qué?”.
Aria asintió con la cabeza.
“No, ¡¿por qué has hecho eso?! ¿Por qué haces lo mismo que esos bárbaros cuando tienes un talento tan artístico y delicado?”.
Cuando le preguntaron por qué, Aria no tuvo más remedio que responder.
“Porque quiero cantar. Sólo puedo aprender a cantar haciéndolo así”.
“…”.
“Canté hasta vomitar sangre”.
Kallin se quedó sin palabras.
“Ni siquiera me trataron como a un humano”.
Comprendió por qué Aria ocultaba su voz y no revelaba el hecho de que era una Sirena.
“Por eso una niña de diez años me dijo que le rompiera el núcleo sin dudarlo”.
Kallin apretó los dientes.
No se consideraba una persona recta, pero seguía teniendo convicciones.
El Conde Cortz, a menudo llamado el Líder del Circo.
Obligó a las sirenas a continuar con su “circo” e incluso hizo que una diera a luz a una hija. Lo peor es que cuando ya no la necesitaba, la vendió.
Era una desgracia para la humanidad, debería haber nacido como un gusano.
“Entonces, cambiaré la pregunta”.
Dijo mientras intentaba contener la ira que se le subía a la cabeza.
“¿Por qué has venido a mí? ¿Para aprender a usar la energía?”.
Kallin estaba dispuesto a enseñarle si le pedía ayuda.
Verla abusar así de su cuerpo le partía el corazón.
Pero Aria negó con la cabeza.
“Sólo atraviesa mi núcleo”.
“No te pases. Romper tu núcleo no significa que puedas usar inmediatamente tu energía. Ni siquiera puedo garantizar que tenga éxito en primer lugar”.
“No, puedo usar mis habilidades tan pronto como el pasaje esté despejado”.
“¿Y cómo estás tan segura…?”.
Bueno, ella era capaz de ocultar su energía.
Kallin se avergonzó de sí mismo. Parecía que ya no podía presumir de ser un genio.
“De acuerdo, te escucharé. Pero, ¿por qué quieres usar tus habilidades tan rápido?”.
Esta era. La pregunta problemática que había querido evitar todo este tiempo.
Aria respiró hondo.
Lo que había dicho hasta ahora podía ser aceptado por el sentido común, pero después de esto, sus palabras sólo sonarían como las tonterías de una lunática.
Pero se vio obligada a continuar.
“Conozco el futuro y tengo que cambiarlo”.
“¿Qué?”.
“De hecho, lo que sucederá en el futuro…”.
“Un momento”.
Kallin interrumpió sus palabras.
“No quiero saberlo”.
Aria se quedó muda.
Ella esperaba que él dijera: “¿De qué tonterías estás hablando?” o “¿Estás en tus cabales?“, pero en lugar de eso respondió con un “No quiero saberlo“…
El chamán siguió manteniendo su actitud prepotente y dura, pero Aria pudo ver que le temblaban las pupilas.
“¿Previsión? ¿Recibiste una visión? No, no importa. Eso no importa…”.
“No tengo curiosidad por eso”.
Aria se sorprendió porque él descartó fácilmente la pregunta que ella más temía.
Independientemente de la reacción de Aria, continuó hablando con mucha franqueza.
“No importa cuál sea el futuro, no puedes conocerlo ni cambiarlo”.
“¿Por qué?”.
“Porque cada persona tiene su propio destino”.
¿Destino?
Era absurdo.
Si ese era el caso, ¿significaba que Aria estaba destinada a destruir el imperio?
¿Por qué debería cargar con ese destino sólo por haber nacido en este mundo?
“¿Quieres decir que todo se basa en la voluntad de Dios?”.
“Bueno, aunque haya un Dios o lo que sea, hay leyes y providencias que ya están establecidas en el mundo”.
Aria se quedó mirando a Kallin sin contestar.
“Puede parecer que el mundo está desordenado, pero en realidad se rige por una serie de normas. Unas que son fijas y absolutas. Es como un engranaje que encaja en un conjunto de ruedas dentadas”.
Aria entendió de dónde venía.
Igual que las manzanas son rojas y el cielo azul.
Los ciervos comen hierba, y los leones comen ciervos.
La guía divina.
Esa es la providencia del mundo.
“Y los humanos no pueden cambiar el futuro”.
También era la providencia del mundo.
“Cambiar el futuro es como quitar el engranaje viejo y sustituirlo por uno nuevo. No deberíamos tener que cambiar nada más para que el mundo vuelva a rodar”.
Aria se mordió suavemente los labios.
“¿Significa esto que, si incumplo una ley, surgirá una nueva?”.
“Lo entiendes rápido”.
Era inteligente. Era increíble que sólo tuviera diez años.
La razón por la que no hablaba como una niña, ¿se debía a su previsión?
Kallin asintió con admiración.
“Hay que pagar el precio de cambiar la ley”.
Era posible, pero cambiar las leyes del tiempo tenía un coste.
Sus palabras tenían sentido.
Si retrocedía en el tiempo y salvaba a gente que debería haber muerto en primer lugar, tendría que pagar a cambio un precio razonable por su vida.
“No sé cuál es el precio, pero…”.
Aria respondió vagamente.
“Extraño”.
“¿Qué es extraño?”.
“Si la ley del tiempo es absoluta, ¿por qué conozco el futuro?”.
“¿Por qué tengo la posibilidad de volver al pasado?”.
Ya que sabía sobre el futuro, por supuesto que trataría de cambiarlo de alguna manera.
“Destino, suerte o lo que sea. No dejaré de cambiar el mío”.
“No puedo quedarme quieta esperando mi desaparición… Tengo que hacer algo.”
“Eso es…”.
Esa parte era cuestionable, después de todo.
¿Por qué recibiría visiones sobre el futuro una niña que se arriesgaría a sacrificarse para que le perforaran el núcleo?
Aria simplemente dio con la respuesta.
“Porque mi voluntad es la voluntad del mundo y mi voluntad es la providencia del mundo”.
“… ¿Qué?”.
Kallin se quedó de piedra.
¿Cómo había llegado a esa conclusión?
“El mundo habría sabido que yo actuaría así. Dios lo sabía. Así que yo soy el mundo. Asegúrate de seguir mi voluntad”.
“Tú…”.
Esto era absurdo.
Kallin reaccionó lentamente a toda esta locura.
Pero ella lo dijo sin vacilar.
Sinceramente, se le daba bien sorprender a la gente.
“Por supuesto, no será fácil. Quizá no pueda cambiar mucho, pero lo intentaré. Por muy joven que sea, sé lo que es correcto y seguiré mis convicciones. Si el mundo está mal, lo cambiaré”.
“…”.
“El mayor precio que tengo que pagar es si veo que todo se repite de nuevo. No puedo soportar eso sin hacer nada. Al final asumiré la responsabilidad y pagaré por ello, ¡aunque sea cien veces peor!”.
“…”.
En ese momento, los ojos de Kallin vacilaron.
Parecía madura, pero sin duda era una niña.
“¿Quiere asumir la responsabilidad?”.
Pensó Kallin.
Todavía cree que hay justicia en el mundo y que puede cambiar cualquier cosa con sus poderes.
La fuerza mayor ya lo había decidido todo.
“Viviría una vida incómoda”.
Pero seguía creyendo en el mundo.
Kallin se dio cuenta de que no había logrado convencerla.
Así que suspiró y le habló.
“Entonces, demuéstralo”.
Traducción: Dashy
Corrección: Misu
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