Incluso eso no fue todo. La mano, completamente fuera de mi voluntad, comenzó a deslizarse dentro de la camisa de Lesche. Se movía a voluntad, como si quisiera quitarle toda la ropa Lesche de inmediato.
“¿Qué? ¿Por qué?”
Lo que fue aún más sorprendente fue la reacción de Lesche.
Me miró en silencio, alternando entre mi rostro y mis manos. Mi mano, que había perdido fuerza, no podía desabrochar bien su camisa y se resbaló, así que comenzó a desabrochar los botones uno por uno él mismo.
Tuk, tuk, tuk …
Al contrario de no preguntar nada, los ojos de Lesche estaban completamente fijos en mí. Incluso aunque estaba medio consciente, parecía muy aturdida ….
Afortunadamente, solo estaban Susan y Abigail en el dormitorio.
Cuando Susan tomó a Abigail y se fue con una sonrisa de alivio, el médico me examinó apresuradamente y salió del dormitorio, como si no supiera dónde poner los ojos.
El fiel médico no se olvidó de decirle unas palabras a Lesche al salir.
—Tiene que esperar dos días.
Pude entender completamente por qué dijo tal cosa. Mi cuerpo estaba muy pegado a Lesche. Para entonces pude adivinar la causa de esta loca situación.
—Es un efecto secundario. Un efecto secundario del poder divino. ¿Estas escuchando?
—Te escucho, Seria.
—…….
En este momento, mi cuerpo era como una lata completamente vacía.
Rigel era tan repugnante y estaba aterrorizado por las bestias, así que ante las palabras de Tuban de usar tanto poder divino como pudiera, realmente reuní toda la fuerza de mi cuerpo y vertí mi poder divino en él.
El poder divino vacío se estaba llenando rápidamente, pero no sin efectos secundarios.
Pero si hubiera sabido que los efectos secundarios serían así …
Dijo que yo era la única Stern que heredó la sangre de la luna, y Berg es la familia que heredó los huesos de la luna como su reliquia. Por lo tanto, mi cuerpo se aferrará como loca a él dueño de Berg ….
Debido a eso, mi cuerpo ahora parece odiar que Lesche esté usando algo.
Quizás por la mano que seguía tratando de desvestirlo, a los pocos minutos, Lesche casi se quita la camisa él mismo.
Estaba completamente inclinado hacia mí, para que fuera más fácil tocar.
—Los efectos secundarios del poder divino son demasiado promiscuos.
—Por favor…
Tenía muchas ganas de llorar. Incluso en medio de eso, mi mano recorrió sus músculos tensos.
No quería tocar a Lesche como si fuera un pervertida.
Pero, contrariamente a ese pensamiento, mi cuerpo se aferraba diligentemente a Lesche. La bata de seda que Susan debió haber puesto sobre ella, hacía tiempo que se había derramado sobre el suelo de la cama.
Siempre que mis rodillas o muslos tocaban el cuerpo de Lesche, sus manos se tensaban. Lesche dejó escapar un suspiro que le hizo estremecer.
—¿Estás torturando a tu esposo que luchó por rescatarte?
—… No me preguntes a mí, pregúntale a mi poder divino.
—¿Debería preguntar?
Lesche preguntó lentamente y enterró su rostro en mi nuca. Su manos tocaron mi cintura. No tuve más remedio que encogerme.
—…¿Qué estás haciendo?
—Preguntando.
—¿Es esta una pregunta? Es acoso.
Sin embargo, los efectos secundarios del poder divino se exhibieron sin remordimiento en medio de esto, y sus manos siguieron tocando el cuerpo de Lesche. Realmente quería apartar mi mano, pero no podía. Mientras tanto, Lesche tenía una expresión muy divertida en su rostro.
—Es un efecto secundario. Por lo general, simplemente me alejas.
—…….
—Me gusta mucho, ¿pero a ti no? Espero que hagas esto todos los días.
—Realmente tu…
Sonriendo, Lesche me abrazó con fuerza como si me estuviera encerrado en sus brazos.
Mis labios se pegaron a su mejilla como si estuviera completamente satisfecha de estar pegada a su cuerpo. ¿Fue porque sintió un ligero poder divino en el cuerpo de Lesche? Aparte del hecho de que estaba sorprendida de mi misma, mi expresión se suavizó.
Mientras me frotaba contra él, pude sentir el corazón de Lesche latir rápidamente. Se sintió extraño ver que sus mejillas se ponían de un rojo pálido.
—Lesche.
Le pregunté.
—¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?
—Poco menos de tres días. ¿Te sientes mareada?
—Estoy bien.
Dudé un poco y luego pregunté.
—¿Te tomó mucho tiempo rescatarme?
Lesche levantó la parte superior de su cuerpo y me miró.
—No tomó mucho.
En ese momento, mis manos finalmente empezaron a responderme poco a poco. Emocionada, rápidamente envolví mis manos alrededor de la mejilla de Lesche. Lesche preguntó con una sonrisa.
—¿Quiere tocar mi rostro ahora?
—Es mi voluntad, he querido tocar tu rostro desde entonces.
La mano de Lesche cubrió el dorso de mi mano y preguntó.
—¿Por qué?
—Tu rostro parece demacrado. ¿Habían tantos demonios debajo del árbol divino?
—No habían tantos.
—Entonces por qué…
—Pensé que habías muerto.
—……
Lesche sonrió con expresión distorsionada.
—¿Y si para cuando llegará ya hubieras muerto? Ese fue el único pensamiento que tuve. Pensé que me estaba volviendo loco, maldita sea … No quería decir eso.
Miró mis ojos temblorosos y frunció levemente el ceño.
—No estoy enojado, Seria.
—……..
Un dolor punzante se extendió por mi corazón ante esas palabras. Era similar a cómo mi corazón se sentía extrañamente adolorido mientras escuchaba la respuesta de Tuban.
—Lesche.
Lo miré y abrí la boca.
—Prometí casarme contigo hace mucho tiempo.
Lesche se quedó mirándome sin decir una palabra.
—Pero ambos morimos antes de tiempo, así que parece que no pudimos casarnos. Trajiste algunas joyas y dijiste que eran un regalo de bodas.
Las joyas azules aún eran visibles.
—Creo que el poder de Stern era demasiado pesado para mí en el pasado. Creo que en ese entonces también tenía una mala relación con mi familia. Así que supliqué por abandonar todo y huir, y creo que Tuban lo concedió por un tiempo.
Había fallecido en una vida anterior. Pensé que había fallecido temprano por mala suerte, pero después de escuchar la historia de Tuban, parece que su esperanza de vida fue corta porque no pudo quedarse en ese mundo por mucho tiempo.
Por supuesto, allí no había familia.
—Escuché que no quedaba más tiempo … Aún así, pensar en eso me hace sentir mal.
Especialmente la primera vez que Lesche y yo morimos temprano.
Lesche tomó mi mano y besó el dorso de mi mano y preguntó.
—¿Qué clase de idiota fui en el pasado para morir antes que tú?
—¿Eh? Puede que haya muerto primero.
—Entonces supongo que te seguí. Supongo que no estaba completamente loco.
—¿Qué tipo de cosa anticuada estás diciendo?
—¿Anticuada? Lo digo en serio.
Al verlo indignado, me eché a reír. Lesche me siguió con una suave sonrisa y dijo, acariciando mi mejilla con la punta de sus dedos.
—No pienses sola, Seria.
—……
—Si quieres tomar una decisión, me gustaría que pudieras hablarme como lo estás haciendo ahora. ¿Está bien?
—Sí
Asentí débilmente con la cabeza.
—Hablaré. ¿Puedes oír todo?
—Parece que todavía no sabes que soy un tipo desesperado que solo muere por escucharte hablar.
—¿Qué…? ¿Por qué estás hablando así?
Sonreí.
Pensé que era importante que alguien aliviara mis pensamientos pesados.
Por otro lado, me di cuenta de lo inconsistente que es la palabra efímera con este hombre fuerte.
Al tocar el rostro de Lesche, recordé la respuesta de Tuban.
Porque tu Berg lo quería.
Exactamente era lo que quería Lesche, por eso Tuban tenía ese rostro.
Tuban no era el tipo de persona que deliberadamente ocultara algo. Incluso cuando no pudo hablar debido a las restricciones, vomitó sangre y trató de responder de alguna manera.
Entonces, incluso esa vaga respuesta debe haber sido la mejor que Tuban pudo dar en ese momento.
Si traigo la última gema que Tuban pida, ¿será respondida mi curiosidad?
Al contrario de esos pensamientos líricos, mis piernas comenzaron a envolver los muslos de Lesche.
—…..
¿Por qué diablos estos efectos secundarios son tan poco saludables …?
Tosí.
—Este, eh …. ¿Mi cuerpo no me responde?
Lesche no respondió.
En cambio, pude sentir los músculos densos retorciéndose vívidamente. Todavía vestía ropa, pero su volumen no pudo ocultarse.
No podía no saber cuánto estaba presionando Lesche, por lo que mis oídos comenzaron a calentarse.
—Seria.
Me miró y abrió la boca.
—El médico me dijo que no te tocara.
—No tengo fuerza en mi cuerpo …Creo que me desmayaré si hago algo mal.
—… Me estoy volviendo loco.
El cuerpo de Lesche tembló. Nunca apartó la mirada de mí.
Fue entonces cuando escuché un golpe en la puerta.
Lesche levantó la cabeza por un momento. Mis dos manos se envolvieron alrededor de la cara de Lesche, como para evitar que comprobará la puerta.
—…….
Levanté la parte superior de mi cuerpo y besé a Lesche. Mientras lo besaba, pensé desconcertada.
“¿Qué tiene de malo que se alejé por un momento? Ah, realmente…”
Afortunadamente, gracias a la última conciencia que quedó en mi cuerpo, no fui más lejos. Con un suspiro de alivio, miré a Lesche. No le sorprendió mi repentino beso.
Me reí, avergonzada.
Y en ese momento, la idea de que la parte inferior del cuerpo de Lesche, que había estado luchando hasta ahora, se había endurecido, cruzó por mi mente.
Inmediatamente sostuvo mi rostro y me besó con dureza.
Rápidamente me quedé sin aliento. El peso de Lesche, que me presionaba, era abrumador. Tenía dificultades para respirar correctamente. Su cuerpo se sentía mucho más caliente de lo habitual. Sentí que me quemaría.
El beso que pareció devorarme continuó durante mucho tiempo. Lesche ya sostenía mi mano.
—Lesche …
Los ojos llenos de ardor me miraron lentamente. Lesche besó mi mejilla y bajó sin dudarlo a lo largo de mi barbilla y cuello. La sensación de hormigueo hizo que mi estómago temblara.
Lesche inclinó la cabeza. En un instante, mis hombros se pusieron rígidos.
¿Cuánto tiempo ha pasado?
“… Puede ser más difícil si no lo hago”.
Parpadeé, dándome cuenta de que podía hacer muchas cosas de esta forma mientras obedecía al médico. No tenía fuerza en un sentido completamente diferente al anterior. Y seguí dormitando. Los dedos de Lesche trazaron mis párpados cerrados.
Cuando la mano que tocaba el cuerpo de Lesche se cayó, agotada, él mismo atrapó mi mano y me hizo tocar su piel de nuevo.
También mis brazos y piernas. Cada vez que abría los ojos por un momento, el cuerpo de Lesche seguía pegado a mí.
Después de dos días completos así, me encontré completamente libre de efectos secundarios. Pude caminar correctamente después de unos días más, pero ….
—Envía a alguien al Gran Templo.
—Sí, Gran Duquesa.
Crucé mis brazos, ignorando el dolor agudo debajo de mi espalda baja. Ahora era el momento de asegurarse de resolver el problema de Lina.
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