—Revisa el glaciar todos los días.
—Ohhh.
El lago helado era un lugar inseparable para los vasallos del Gran Duque. Los demonios solían aparecer en invierno, pero a veces los demonios mostraban un comportamiento inusual, e ignoraban la temporada.
Stern era como una estrella. La mayoría de las Sterns eran arrogantes y amaban aún más la próspera capital imperial, pero si eran un poco diligentes en el territorio central podrían ganarse rápidamente los corazones de la gente del territorio de Berg.
Por supuesto, Stern es bienvenida donde quiera que vaya, por lo que sería absurdo verter su corazón en el frío y aterrador lago congelado todos los días, no sería algo bueno
—Y también es muy buena en su trabajo. Nunca he visto a un noble de tan alto rango ser tan eficiente como el Gran Duque. No, se siente más veloz que Su Alteza cuando se trata de eficiencia …?
—Eso es definitivamente algo que a Linon le gustaría.
Linon asintió. La leña se encendió con un estrépito. Estaba en cuclillas frente a una gran estufa, disfrutando del fuego, pero su cuerpo congelado no se derritió rápidamente.
Entonces, una mujer de mediana edad de aproximadamente la misma edad que Martha, se acercó y dijo.
—Linon, el agua está hirviendo.
—Oh, gracias Johanna-nim.
—Dices gracias por todo.
Linon se puso de pie.
Martha fue la doncella de la Gran Duquesa, dedicada solo a la Gran Duquesa. Después de la muerte de la Gran Duquesa, su deber parecía haber sido dirigido a la Gran Duquesa “temporal” recién emergida.
Gracias a esto, Martha tomó toda el agua caliente de la mansión.
Una dama noble necesita tomar un baño decente, por lo que, naturalmente, Linon estaba temblando mientras esperaba que el agua hirviera. No se notaba, pero los dedos de Linon estaban endurecidos por el frío.
Fue justo cuando Linon dio un paso.
—Es un gran problema porque las sombras se extienden hasta la cocina. Apenas saqué todos los ingredientes … ¿Linon? ¿Por qué estás tan pálido?
Los hombros de Linon se estremecieron. Parpadeó durante un momento. En ese momento, se acercó una mujer de mediana edad de la misma edad que Martha.
—¿Por qué no estás bajo las mantas? Ah, es por tu fobia. Si sigue así no vivirá mucho, ayudante principal.
—Soy un ayudante limpio y delicado, a diferencia de la tosca Susan …
—Tu boca todavía está viva. Realmente no quiero deshacerme de tu cuerpo de la Mansión de Laurel.
—¡Auch! ¡Susan-nim!
Susan agarró a Linon por el cuello con expresión seria y lo arrastró lejos.
—¡Puedo caminar por mi cuenta!
—Morirás en el camino, Linon.
—¡Argh! ¡Me gustaría que usarás guantes y tocaras mi ropa! —Linon gritó.
Susan no movió un ojo. No importa cuánto luchó, no podía usar bien sus manos congeladas.
—Todavía tienes esa misofobia. Me alegro de que no le hicieras eso a la señorita.
—Por supuesto, Lady Seria …
¡Splash!
Susan dejó caer a Linon en una tina caliente y humeante.
—¡Puah!
Linon se recogió el cabello mojado y gritó.
—¡Demonio! ¡Esta es la guarida del demonio! ¡Esta vez sellaremos a todos juntos!
¿Cómo puedo decir que no es un demonio cuando deliberadamente tocó su ropa y su cuerpo a pesar de que sabe que tiene misofobia?
El mayordomo Ben se dirigió cortésmente a Linon, que parecía una rata mojada
—El jabón de lavar y las esencias están en el tercer cajón de la izquierda.
—¡De acuerdo, me gustaría que ambos se marcharan!
Estaba claro que Linon se lavaría el cuerpo y la ropa con fuerza. De hecho, si no hubiera sido el ayudante principal, podría haberlo contratado como jefe principal de lavandería.
Ben sonrió, pensando de manera poco realista. No está mal oír este tipo de ruido en la Mansión de Laurel, que siempre está en silencio bajo una profunda sombra de muerte.
Susan, que metió a Linon en la bañera, pareció tener una idea similar.
Murmuró mientras miraba a Linon buscar el jabón para lavar, furioso.
—Me alegro que solo haya dos baños en esta mansión.
Su boca sonreía, pero su voz estaba llena de pesar.
***
“Siento como si me hubiera convertido en un ser humano.”
Martha me dio un ligero masaje mientras aplicaba un aceite perfumado, que también tenía un olor muy fuerte a artemisa, como si lo hubiera hecho ella misma.
—Listo, jovencita. No queda mucha ropa en la mansión. Pero será cálido.
—Gracias.
Me puse la bata de piel que me trajo Martha. El carro aún no había llegado y toda mi ropa se encontraba ahí.
Cuando salí del baño lleno de vapor, el aire frío entró en contacto con mi piel. Y parpadeé. Porque tres personas esperaban afuera.
—Es un honor conocerla así, señorita. Soy Ben, el mayordomo de Berg. Sería feliz si me pudiera llamar cómodamente Ben.
‘¿Mayordomo?’
Abrí mucho mis ojos. No sabía que había un mayordomo en el Gran Ducado de Berg. Nunca había oído hablar de un mayordomo, así que pensé que era una mansión sin mayordomo.
A Lesche realmente no le gustaban las cosas formales, así que sentí que era comprensible que no hubiera uno allí.
—Pensé que no había mayordomo en Berg.
Ben se rió.
—No puedo ir a la mansión debido a ciertas circunstancias. Perdone mi rudeza.
—No se preocupe…Está bien.
— Gracias, Lady Seria.
Mirando al amable y gentil Ben, ladeé la cabeza. Esto se debe a que en el libro original no había mayordomo en el Gran Ducado de Berg.
“¿Falleció antes de que comenzara la historia? Pero se ve muy saludable”.
Quizás este mayordomo renunció a su puesto de mayordomo de Berg por alguna razón. Por supuesto, no sabía por qué. Los mayordomos y chefs de primera clase reciben los salarios más altos de las residencias nobles. En particular, era difícil adivinar por qué un mayordomo del Gran Ducado renunciaría a un puesto tan bueno, ya que el salario sería más que la propiedad de la mayoría de los aristócratas de bajo rango.
Además, es muy simpático.
Un atuendo pulcro y prolijo, los gemelos en los puños, que no son demasiado excesivos pero, que indican claramente que es un mayordomo, y el cabello pulcramente peinado, mostraban claramente que era el mayordomo de una familia prestigiosa.
Me sentí peor porque pensé que sería bueno en su trabajo. Creo que me ayudaría mucho si estuviera en la mansión.
—Permítame presentarle este lado también, señorita.
Mientras sentía pena, Ben señaló a dos mujeres de mediana edad detrás de él.
—Esta es Johanna, la jardinera, y esta es Susan, la costurera.
—Buenos días, señorita. Soy Johanna.
— Soy Susan.
Los saludos de las dos fueron corteses. Pero Johanna, la jardinera, estaba mirando mi cabello. Me pregunté. ¿Hay algo en mi cabello?
—¿Qué sucede?
—Verde …
—Johanna.
Cuando Susan le dio un golpe en el costado, Johanna inclinó la cabeza avergonzada. Las dos se fueron a secar mi ropa y Martha las siguió.
Ben se disculpó.
—Lo siento. A la jardinera de esta mansión le encanta el verde.
—Pensé que lo estaba mirando porque no le gustaba.
—¿Eh? Eso es ridículo. Quién diría… su cabello es muy hermoso.
Me encogí de hombros y sonreí. De hecho, el cabello de Seria es de un verde brillante, por lo que hubo bastantes gustos y disgustos. Aquellos a quienes les gustó dijeron que era porque se parecía a una pradera de un día de verano, y aquellos que no les gustaba lo odiaban porque se veía como un alga siniestra.
Este último fue, para ser honesto, un poco deprimente.
Alga significa alga después de todo …
“Especialmente los dos jóvenes maestros del marqués Kellyden lo odiaban.”
En la historia original, esos extras cortejaban a la heroína, Lina. En la memoria de Seria, esos dos hermanos eran unos bastardos.
—Debe tener hambre, así que vamos a comer.
Ben me llevó al comedor.
—Hemos preparado algo de comida.
Cómo dijo Ben, las comidas ya estaban preparadas en el comedor. Me senté en la silla que Ben había sacado y, naturalmente, miré a Ben que estaba de pie a mi lado.
— No tiene que esperar a mi lado.
—Entonces llámame si me necesita.
Cuando Ben se fue, el tranquilo comedor se volvió más silencioso. Cuando llené mi estómago vacío con un simple pero humeante estofado, sentí que iba a sobrevivir. Mientras vaciaba diligentemente el cuenco de estofado, de repente sentí la presencia de alguien detrás de mí.
—Lady Seria.
Dijo una voz familiar. Era Linon. Casi me desmayo cuando miré hacia atrás sin pensarlo dos veces.
—Hiik*.
(*N/T: onomatopeya que expresa sorpresa)
Pensé que era un fantasma. Linon caminaba, goteando agua por todo su cuerpo.
—Lo siento … el carro aún no ha llegado y no tengo ropa para cambiarme.
—Pero cuando Martha me trajo ropa, ¿no le dio a Linon? Oh, ¿quieres una bata? Hay dos capas.
—¿Es una bata de la señorita?
—No, la conseguí de Martha.
Parecía ropa usada por otra persona. La mantuvieron limpia, así que no sentí mucha resistencia, pero no fue el caso de Linon.
—Entonces declino cortésmente. No parece que las dimensiones sean las correctas de todos modos.
Como dijo Linon, la bata no parecía ajustarse a su cuerpo. Pero, ¿No es mucho mejor que gotear agua así? Incluso si ahora es agua tibia, se enfriará rápidamente. ¿Y si coje un resfriado? Sabía que odiaba enfermarse.
“Supongo que se debe a la misofobia”.
—Come algo de esto por ahora. Martha también trajo la parte de Linon.
—Gracias. Señorita.
Linon se sentó frente a mí. A pesar de su apasionada negativa a usar ropa ajena, miró con entusiasmo el estofado humeante.
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