Cion guiándose por la mirada de Camila, pudo darse cuenta de que esta observaba directamente a Cristian. Él era alguien importante dentro de su escuadrón de caballeros, sin contar su familia era completamente noble, por lo que él jamás podría casarse con Camila, una mujer la cual era infértil y por su juramento ante la corona no podría casarse con alguien que fuera un caballero. “A los caballeros se les prohíbe casarse entre ellos” Cion no podía creer lo que había acabado de descubrir, Camila, una de las mujeres más fuertes de los caballeros, estaba enamorada de Cristian.
—Camila, ¿acaso tú? —Cion entendiendo el cómo se podía sentir Camila, quería consolarla, pero fue interrumpido por Irene (la villana).
—Hola, oigan, ¿Ustedes son caballeros del príncipe? ¿Verdad? —Pregunto Irene sabiendo claramente quienes eran ellos.
—Sí, señorita Irene, ¿sucede algo? —Pregunto Camila, mostrándose respetuosa ante Irene.
Irene cumpliendo su parte del plan miro hacia todos lados y luego se acercó a Camila para hablarle al oído “Bien, parece que la señorita Irene realmente es de confianza, está siguiendo el plan” pensó Cion recordando todo lo que había estado hablando con Lidia esos últimos días.
—Vi dos hombres vestidos de negro, con el rostro cubierto en los pasillos del palacio, creo que se dirigían a la habitación de la reina, pero no estoy segura, en cuanto los vi vine avisarles de inmediato a los caballeros de la reina, pero los vi a ustedes primero. —Dijo Irene mientras fruncía el ceño fingiendo angustia y se tomaba el pecho con la mano pareciendo agitada.
—¿En el pasillo del cuarto de la reina? Eso es extraño, será mejor avisarles de inmediato a los demás caballeros para ir a revisar. —Respondió Camila preocupada.
—Espera… Camila, creo que sería mejor no llamar la atención, aún no sabemos qué está sucediendo, seamos discretos, avisémosle a su alteza el príncipe heredero primero, no podemos dejar nuestros puestos sin su permiso, aparte se trata de la reina, así que es mejor que él le comunique lo que está pasando a su majestad. —Dijo Cion deteniendo a Camila para que se moviera de acuerdo al plan sin que ella lo supiera.
—Sí, creo que tienes razón Cion, mejor le avisamos primero a su alteza el príncipe, vamos. —Respondió Camila haciendo una señal disimuladamente, llamando la atención del príncipe, quien entendió de inmediato.
El príncipe tomo la mano de Lidia alejándose del centro del salón y caminando con ella hacia Camila, esta le comento lo que había escuchado de Irene haciendo que el príncipe se preocupara al instante. “Vamos, vete ya, tienes que irte” pensaba Lidia al escuchar la conversación de Camila y el príncipe, Cion que se encontraba a su lado, tenía sus manos detrás de su espalda y observaba todo seriamente, pareciendo de confianza.
—Lidia, creo que lo mejor es que te quedes aquí en el salón… Camila, Cion, ustedes se quedarán con Lidia, mientras que Cristian, Mark y yo vamos a comunicarle lo que está pasando a su majestad y revisamos el palacio. —Dijo el príncipe para luego darle un beso en la frente a Lidia antes de marcharse.
Lidia miró a Cion de reojo sin que nadie lo notara mientras observaba al príncipe marcharse junto a los demás caballeros, “Todo está saliendo de acuerdo al plan” pensó Lidia esperando el siguiente movimiento para poder escapar del palacio ese mismo día durante la ceremonia de mayoría de edad.
—He… Ellos se fueron bastante rápido, bueno tomaré una copa de vino, se ve que este tipo de licor no se puede conseguir afuera. —Dijo Lidia con una sonrisa en el rostro mirando a Camila.
Camila, mirando el rostro delicado y alegre de Lidia, no pudo negarse, por lo que ella caminó hacia la mesa de aperitivos y saco una copa de vino para llevársela a Lidia. Mientras tanto Lidia miraba a Cion esperando el siguiente movimiento, Cion dio un suspiro volteando para mirar por la ventana la cual daba hacia el jardín, “Esto va a hacer más complicado de lo que pensábamos, hasta el momento todo va bien, pero debemos actuar rápidos” pensó Cion escuchando suavemente el susurro de Lidia que se encontraba a su espalda.
—Todo va según lo planeado, pero debemos ser cuidadosos, no podemos dejar que sospechen ni de ti ni de Irene, tendremos que hacer esto rápido Cion— dijo Lidia mientras sonreía a Camila que comenzaba a caminar hacia ella con una copa de vino en su mano.
—Tome, señorita, le he traído la copa de vino que había pedido. —Dijo Camila entregándole la copa a Lidia.
Lidia sonrió inocentemente y se llevó la copa a los labios mirando a Irene que se encontraba al otro extremo del salón “Espero que, si pudiera cambiar las copas, confió en ti Irene” Se dijo Lidia tomándose la copa de vino de un solo trago, confiando en que Irene hubiera cambiado el contenido de la copa antes de que Camila lo tomara.
— ¡Señorita Lidia! No es bueno que se tome tan rápido el licor, por favor no… —Camila iba a seguir hablando, pero Lidia la interrumpió.
—Tengo bastante sed, ¿podrías traerme otra copa? Por favor Camila. —Pregunto Lidia a Camila.
Camila se sintió incómoda, ya que no podría negarse a una orden dada por Lidia, menos aún estando en medio de la ceremonia, puesto que muchos nobles los estaban observando por la curiosidad que les causaba Lidia, al haber aparecido en el lugar como la acompañante del príncipe. “Vamos, tengo que hacer esto rápido, antes de que vuelva el príncipe” se repetía Lidia en su cabeza mientras que esperaba que Camila fuera por la copa. Camila, que no podía negarse a la petición de Lidia, fue a cumplir con su pedido, yendo por otra copa de vino.
— ¿Estás preparada Lidia? —Pregunto Cion hablando en voz baja.
—Sí, no te preocupes, hemos ensayado esta escena durante varias noches, solo debemos hacerlo como lo practicamos. —Respondió Lidia entre susurros.
Comentarios